El puerto vigués saca doble partido al bloqueo que sufre el portugués de Setúbal a causa de las protestas de sus estibadores. A los Volkswagen que desde el pasado mes llegan en camión desde su planta de Palmela para su exportación desde la terminal de Bouzas a Inglaterra -y a los que pronto se unirán los que salgan hacia Italia- se suma ahora otro volumen extra de vehículos que ganan estos muelles pero a la inversa, para su importación por el país vecino. Como los más del millar de coches que descargó ayer el tercer buque Ro-Ro que pierde el enclave luso en menos de dos semanas pertenecientes a firmas punteras como Opel, BMW y Renault, lo que prueba el grave perjuicio que provoca en general al mercado automovilístico del país vecino la paralización de ese puerto al sur de Lisboa.
El desembarque en Vigo de coches con destino a los concesionarios lusos arrancó en diciembre. Desde entonces en la explanada boucense habían atracado dos buques Ro-Ro por la imposibilidad de hacerlo en Setúbal que descargaron vehículos de diferentes marcas, si bien en tandas tan pequeñas que permanecieron pocas horas amarrados, como ocurrió con el Themis Leader, al que le sobró la mañana de un sábado para dejar 350 unidades de Isuzu y Mitsubishi.
La diferencia entre el movimiento realizado en el muelle por estos dos barcos y el que hizo escala ayer reside en la cantidad y variedad de las unidades. Entre las ocho de la mañana y las cinco de la tarde el Höegh Singapore -fletado por la naviera Grimaldi- dejó cerca de 1.100 coches, de modelos en su mayoría pertenecientes a las marcas Opel y BMW y furgonetas Renault, pero mezclados con estos había también de Fiat y Kia.
En Portugal son muy conscientes de los riesgos a que se prolongue en el tiempo la exportación e importación de coches a través de Vigo. La paralización en la terminal de Setúbal ya va camino de cumplir dos meses y la paciencia de algunas firmas comienza a agotarse. Una de ellas es BMW, que según fuentes portuarias viguesas está analizando "seriamente" las tarifas de los operadores locales con el objetivo de establecer una escala fija semanal en Bouzas con vehículos para comercializar en Portugal. "Independientemente de que continúe o no el conflicto en Setúbal", precisan.
Entretanto, el puerto vigués acaba de arañar otro tráfico afectado por la huelga de los estibadores lusos. Como avanzó FARO, Autoeuropa -la planta de Volkswagen en Palmela- también embarcará en Bouzas coches para el mercado italiano. En cuestión de días un barco de la naviera Neptune protagonizará el primer embarque de vehículos de la marca germana hacia ese destino, operativa en la que actuará de estibadora Termicar.
Tanto en lo que afecta a estos coches con destino italiano como los gestionados en la campa por Suardiaz que salen en buques de la armadora EML hacia el Reino Unido, en la terminal viguesa lo toman como un flujo con "posibilidades de consolidación". Incluso si el puerto de Setúbal recuperase la normalidad la próxima semana sostienen que Autoeuropa necesitaría echar mano de la alternativa Vigo "hasta bien entrado el mes de febrero" ante el elevado estocaje de coches provocado por el parón en la actividad portuaria. Las últimas cifras actualizadas hablan de 8.000 unidades acumuladas.
