Un acuerdo para que el Sergas asuma la adquisición de los medicamentos de los pacientes ambulatorios de Povisa, unificar sus guías farmacoterapéuticas y que el centro concertado realice intervenciones quirúrgicas para acelerar las listas de espera del Sergas cobrándolas a mayores del concierto. Las negociaciones entre el hospital de la calle Barcelona y Sanidade arrancaron con la sucesión de varias propuestas para poner fin cuanto antes a la situación de preconcurso presentado por el centro del Grupo Nosa Terra XXI, pero ahora éstas parecen estancadas.

Y es que a falta de poco más de dos semanas -17 días concretamente- para que concluyan los plazos que abogarían a Povisa a un proceso concursal de acreedores, el personal se muestra "muy preocupado" por la ausencia de noticias al respecto. "Al principio la dirección nos reunía cada poco tiempo para conocer los avances pero desde principios de noviembre no hemos vuelto a saber nada. Estamos viendo una situación de oscurantismo que nos da mucho que pensar", lamenta la portavoz del comité de empresa María Jesús Neira.

Tras varias concentraciones, movilizaciones y llamadas de urgencia para concertar un encuentro con la gerencia del hospital concertado, su dirección convoca mañana al personal a una reunión donde esperan recibir información sobre los convenios a tratar entre Sergas y Povisa. "Tenemos muchas dudas sobre lo qué se está negociando o en qué condiciones", razona Neira. Por su parte, tanto la Consellería de Sanidade como la gerencia del propio hospital han declinado comentar los avances que se están produciendo y sobre qué servicios versan.

Povisa anunció a los pocos días de la solicitud de preconcurso una serie de puntos o medidas que suplirían su déficit económico. En concreto, fue el pasado 28 de septiembre cuando por sorpresa, la dirección del hospital concertado anunciaba su entrada en preconcurso a consecuencia de las pérdidas económicas por razón -según afirma- del último concierto con el Sergas.

Si el próximo día 28 ambas entidades no llegan a un acuerdo, Povisa podría presentar el concurso de acreedores lo que conllevaría una tutela judicial absoluta del centro a través de un administrador concursal. "Tenemos a más de 137.000 cartillas, pensamos que esto no puede acabar en un concurso", valora María Jesús Neira, quien recuerda con pena las valoraciones de la última reunión con Povisa. "Nos lo pusieron muy negativo porque no se abordaba nada nuevo; incluso se habló de no poder pagar a los proveedores, que nunca había pasado. La plantilla está ya muy machacada", lamenta Neira.