Desde hace ya tiempo buena parte de los anuncios que se emiten en televisión e Internet para concienciar a los conductores sobre la importancia de prestar atención a la carretera tienen algo en común: WhatsApp. La app de mensajería instantánea se ha convertirse, de la noche a la mañana, en su estrella protagonista. Conversaciones interrumpidas en seco por un accidente, mensajes de un familiar que nunca obtienen respuesta ni el doble check azul por una distracción fatal al volante... Una de las últimas campañas que centró el tiro en la famosa app pertenece a la Xunta. En su cartel se ve un coche volcado en una cuneta con la carrocería hecha añicos. Junto a las marcas de frenada sobre el asfalto los publicistas dibujaron fragmentos de una conversación de WhatsApp que probablemente desencadenó el siniestro. Que las administraciones hayan puesto el acento precisamente en el uso de los smartphones, apps y redes en los coches no es casualidad.

Los últimos datos de la Policía Local muestran que entre enero y noviembre sus agentes "cazaron" a decenas de conductores utilizando el móvil. Fruto de esas denuncias se retiraron 1.707 puntos del permiso de conducción. O lo que es lo mismo: el equivalente a 142 carnés. Otros 36 se perdieron por el uso de auriculares. Juntos suman casi el triple de los puntos anulados durante los mismos diez meses a conductores que circulaban sin el cinturón de seguridad, el casco -en el caso de los motoristas- o los sistemas de retención homologados para niños. Por esas razones los agentes de la Policía Local tramitaron denuncias que derivaron en la suspensión de 591 puntos.

Para asegurarse de que los conductores se abrochan el cinturón de seguridad y dejan el móvil en el bolso, la guantera, el bolsillo... o cualquier otro lugar en el que no pueda distraerles, la DGT ha repartido por toda España cámaras encargadas de controlar a los vehículos en ubicaciones clave. En la provincia de Pontevedra operan siete, cuatro de ellas instaladas en Vigo: en la autovía A-55, pasado el Alcampo de Avenida de Madrid en dirección Puxeiros; en la nacional N-552, a la altura del cementerio de Teis; en el punto kilométrico 0 de la N-556, en el entorno de Avenida do Aeroporto; y otra en la circunvalación de Vigo, la VG-20, poco antes de cruzar el río Eifonso en dirección Baiona. A esos cuatro dispositivos se suma otro en la N-552, en Redondela, cerca de la rotonda de acceso a la autopista AP-9.

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Las cámaras no son la única herramienta a la que ha recurrido Tráfico para intentar frenar el uso del móvil al volante. Circular pendiente del smartphone está penalizado con sanciones de hasta 200 euros y la pérdida de tres puntos. En julio el director general de la DGT, Pere Navarro, se mostraba partidario de endurecer las sanciones por usar el móvil al volante e incluso planteaba la posibilidad de que se generalice la opción del "modo coche" en estos dispositivos, igual que ya se ha logrado con el "modo avión". "Hace 12 años no había WhatsApp, habría que subir los puntos que pierdes", abogó Navarro durante una entrevista.

Las tablas de la Policía Local corroboran esa tendencia al alza. En 2015 se retiraron 2.673 puntos por el uso del móvil al volante, un año después fueron 1.497 y 2017 se cerró con la anulación de 2.664 puntos por la misma razón. A principios de noviembre la policía sumaba 1.707.

El motivo principal por el que intervienen los agentes es sin embargo el exceso de velocidad. Pisar el acelerador más de lo debido motiva, de hecho, el 56% de todos los puntos retirados tras una denuncia municipal entre enero y principios de noviembre. Más de 11.600, en total, que equivaldrían a casi un millar de carnés de conducir. En la práctica eso supone la suspensión de unos tres permisos a diario.

Otra infracción frecuente es sentarse al volante o a los mandos de una moto tras haber consumido alcohol o cualquier otra droga. Entre enero y octubre la Policía Local tramitó denuncias que, una vez notificadas a la Jefatura Provincial de Tráfico, supusieron la retirada de 3.408 puntos del carné. A lo largo del año pasado -de enero a diciembre- se contabilizaron 4.668. Un año antes, en 2016, rozaban los 2.000 y en 2015 se suspendieron por ese motivo 2.574 puntos.

Descenso de infracciones

Durante diez meses se retiraron en total 20.631 puntos por denuncias tramitadas por los agentes municipales, el equivalente a 1.719 permisos de conducir. Aunque suponen aún la detracción de casi 70 puntos por jornada, desde el Concello avanzan que el año se cerrará con un descenso con respecto a 2017, ejercicio durante el que se anularon 31.124. Según las estimaciones de Praza do Rei a finales de mes se habrán suspendido unos 3.000 menos, lo que dejará el balance anual en unos 28.100.

El dato seguiría estando en cualquier caso ligeramente por encima de los registrados en 2016 (18.462) y 2015 (23.097). Desde el Ayuntamiento de Vigo apuntan que la caída en el número de puntos sustraídos se debe a una menor incidencia de las infracciones más graves y penalizadas. Por conducción temeraria, por ejemplo, se anularon 144 frente a las 216 de 2017.