Los negocios del centro están disfrutando de su particular agosto... en diciembre. La afluencia de visitantes para pasar el puente de la Constitución y disfrutar del alumbrado "viral" de Vigo es masiva, y prueba de ello son las largas colas que se forman en restaurantes y cafeterías (donde encontrar una mesa libre es casi una misión imposible) y las aglomeraciones para pasear por las calles o sacarse un selfie delante del gran árbol de Porta do Sol, la megabola de Urzáiz o el muñeco de nieve de la Alamedamegabola. Según el Concello, ayer había más gente en Vigo que durante la fiesta de la Reconquista.

Comerciantes y hosteleros reconocen que la fama de la decoración navideña viguesa les ha favorecido, ya que aumentaron sus ventas y ocupación respecto a 2017. Las opciones preferidas entre los turistas, procedentes de Galicia, España y el extranjero, para llegar a la ciudad son el tren, el autobús o los coches particulares. Tanto es así que durante la tarde de ayer hubo de nuevo grandes atascos -el Concello incluso abrió el parking de Praza de Portugal, gratis este fin de semana, y cortó la circulación desde el cruce de Areal con Pontevedra y desde Colón con Marqués de Valladares- y los trenes registraron un lleno absoluto -Renfe tuvo que fletar autobuses para atender la demanda-.

Pero no solo los transportes colgaron el cartel de "completo": cafeterías como la de Biscuits Galicia, a pocos metros de Porta do Sol durante toda la jornada de ayer y desde el comienzo del puente en general. "Estamos atendiendo a cientos de personas cada día. Este año se nota que hay mucha más gente que el pasado y ha venido gente procedente de China, Inglaterra, Francia o Italia", relata Sonia, una empleada que confía en que el buen ritmo del negocio se prolongue hasta el final de la Navidad. En la cafetería de la Cartelería, situada a muy pocos metros de la calle Príncipe, la terraza comenzaba a llenarse al mediodía. "El año pasado el turismo fue fuerte debido al alumbrado pero este diciembre mucho más. Casi todos los días conseguimos llenar el local mañana y tarde", asegura Juan, que lleva tres años al frente del negocio.

Empleada de Biscuits Galicia

"Desde el encendido de las luces estamos siempre llenos"

Dueño cafetería Cartelería

"Todos los días el local está completo, mañana y tarde"

En otros locales de hostelería, como el Sémola, a escasa distancia del gran árbol de Navidad vigués, y la cervecería Estrella Galicia, ubicada frente al gran muñeco de nieve de la Alameda, la situación es muy parecida, ya que todas las mesas estaban completas. "No tenemos un minuto para parar. Entran cientos de personas al día y tenemos que reponer muchos de los productos", afirma una empleada de la panadería. Por su parte, la encargada de Estrella Galicia reconoce que les beneficia estar próximos al muñeco de nieve y que "en las comidas y cenas no dan a basto". Luis, encargado del bar la Casineta de la Alameda, destaca que "todo lo que se montó alrededor de las luces es un acierto total".

Encargado de la Casineta

"Todo lo que se montó con el alumbrado es un acierto total"

Los comerciantes también están viviendo buenos días de ventas, sobre todos los que tienen sus negocios en la zona de Príncipe o Gran Vía, donde está colocado el gran regalo luminoso. "Ayer entraron sobre 1.000 personas a la tienda y es todo debido a las luces. Se nota que vienen extranjeros porque tuvimos que comunicarnos mucho en inglés y las ventas son espectaculares, porque llevamos un ritmo muy cercano al que se da en fechas más navideñas", relata Jorge, empleado de la tienda de zapatillas deportivas Dooers. A Noelia y Rebeca, de la tienda de decoración Mandarina Home, también les faltan manos para atender a la clientela. "Entran en la tienda 200 personas diarias. Se nota más afluencia de gente que años anteriores, y de distintos sitios como Ferrol, Madrid, Castilla y León y Portugal", señalan. En esta época también son muchas las personas que aprovechan para comprar juguetes, lo que provocó mucho movimiento en Centroxogo, cerca de la bola de Urzáiz. "Ayer [por el viernes] fue una locura, pudieron entrar aquí 100 personas y de ellas casi el 80% compraron juguetes", detalla Sandra Márquez.