Las grandes ciudades y municipios gallegos han decidido no quedarse atrás y aprovechar el tirón que ha tenido en los últimos años el encendido del alumbrado navideño de Vigo y su espectacular decoración. Alcaldes de todos los colores políticos se han sumado sin temor a comparativas a la fiebre del día de las luces al entender que, al igual que sucede en la ciudad olívica, funcionan como un enorme reclamo turístico que repercutirá en el comercio y la hostelería. Algunas de las principales urbes gallegas no han dudado en incrementar la partida de la iluminación navideña de forma considerable.
En Lugo, por ejemplo, este año la inversión ha aumentado un 70% respecto al 2017, llegando hasta los 140.000 euros. Una cifra igual a la de Pontevedra, que este año se gastará el doble en comparación con el pasado. Pese a que el alcalde de Santiago de Compostela, Martiño Noriega, dice que prefiere que se hable de la capital gallega de otras cosas que no sea la iluminación navideña, lo cierto es que la partida destinada a las luces se ha duplicado en los dos últimos años y se sitúa ya en algo más de 100.000 euros. Lugo, Pontevedra y Santiago son solo un ejemplo del aumento de gasto en luces de Navidad desde que Abel Caballero empezó a hacer del encendido navideño un acontecimiento imperdible.
Este considerable aumento presupuestario en gran parte de los municipios gallegos, obviamente, se ha dejado ver en las calles. Los árboles gigantes de Navidad, como el instalado en la Porta do Sol de Vigo, son una de las principales atracciones de las navidades gallegas. La mayoría de localidades se han sumado a la moda. Destaca Pontevedra, con un árbol de luces de 30 metros de altura en la plaza de La Herrería. Ourense, Cangas, Bueu, Marín y los principales municipios gallegos, también han instalado una bola de luces enorme que, al igual que en Vigo, sirve de reclamo para niños y no tan niños, que se introducen en su interior para sacarse selfies y fotos de todo tipo.
Pontevedra
La villa del Lérez es una de las ciudades que más ha incrementado su gasto en luces de Navidad respecto al año pasado. El doble de dinero para levantar un árbol gigante de 30 metros en la plaza de La Herrería similar al de la Porta do Sol de Vigo. Tampoco falta este año la enorme bola de luminosa de Navidad, otro de los principales reclamos de los visitantes que llegan a la ciudad.
Abel Caballero puso de moda hace unos años anunciar a bombo y platillo el día que se celebraría el encendido navideño. Vista la capacidad de atracción de ese acto simbólico, el resto de ciudades se han sumado también a la moda. En parte, "porque los vecinos lo pedían", aseguran desde el Concello de Nigrán. Allí sin embargo no fue el alcalde el que pulsó el botón que iluminaría todo el municipio. Fue una niña acompañada del payaso Peter Punk, muy conocido en la comarca de O Val Miñor. Baiona celebró el pasado miércoles el encendido, un acto que, al igual que en Vigo, estuvo acompañado de mucha música. En este caso, a cargo de la banda La Patrulla.
O Val Miñor
Baiona, Nigrán y Gondomar ya están engalanados con las luces de Navidad. Todos ellos se han apuntado a la moda iniciada por Vigo de que el día del encendido sea una jornada festiva, con conciertos y distintas actividades. En Nigrán, el botón que iluminó todo el municipio lo pulsó un payaso acompañado de una niña del público.
La mayoría de los regidores emularon a Caballero para presentar ante sus vecinos la espectacularidad de sus respectivas luces. En muchos de sus discursos, como no podía ser de otra manera, hubo alusiones al alcalde de Vigo. "Queremos ser o referente do Nadal en Galicia", exclamó el regidor de Ourense, Jesús Vázquez (PP) en un claro mensaje a Vigo en la disputa por ser la capital gallega de la Navidad.
Ourense
El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez (PP), no dudó en su discurso en el encendido de las luces de Navidad en asegurar que "queremos ser o referente do Nadal en Galicia". El momento de iluminar toda la ciudad, sin embargo, tuvo lugar el pasado martes, cinco días más tarde de la fecha prevista en un principio.
Todas estos municipios, no obstante, todavía estaban montando sus respectivas ornamentaciones navideñas el día que Abel Caballero pulsó el botón rojo para iluminar la ciudad olívica y dio un discurso en inglés que dio la vuelta al mundo. La mayoría esperaron a la víspera del puente de la Constitución para encender su alumbrado navideño, diez días más tarde que Vigo. Otros, como Ponteareas, han retrasado el momento hasta mañana a las 18.30 horas.
O Morrazo
Cangas, Moaña y Bueu tienen por delante la más que titánica tarea de atraer a sus vecinos con su alumbrado navideño y que no crucen la ría para ir a presenciar las luces de Vigo. El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, intervino en el día del encendido navideño para asegurar que "non somos Vigo, pero queremos ter unha iluminación digna por estas datas".
