El muelle de Vigo fue ayer el epicentro de una gran fiesta en la que participaron más de un centenar de personas, todas ellas familiares o amigos de Germán Ramón Luaces FreijeiroGermán Ramón Luaces Freijeiro (Chuco), el último habitante de las Cíes fallecido el pasado viernes. Entre todos se pusieron de acuerdo y alquilaron un catamarán que partió ayer a las 10.30 horas hacia las islas para depositar sus cenizas en el cementerio, con sonidos de tambores y gaitas como melodía y múltiples reservas de flores, comida y bebida para pasar la jornada.

La urna con sus restos iba custodiada por una íntima amiga que la transportaba en una antigua mochila con la bandera de Inglaterra que Chuco usó durante años. Todos tenían buenas palabras para él, al que muchos conocieron en el camping de Cíes y al que definieron como "un ser humano extraordinario". "Germán era un gran gallego, los que estamos aquí solo somos una pequeña representación de los que le queríamos, porque tenía amigos por todo el mundo", dijo Lolo Fernández antes de embarcar. A su lado, Loli emocionada recordaba que conoció a Chuco a través de sus hermanos en excursiones que realizaron a Cíes y comentó que todos irían a su casa en las islas para despedirse también del lugar.

Muchos curiosos fueron testigos del cumplimiento del último deseo de Chuco, que según cuentan en su círculo más cercano, dejó claro que cuando él ya no estuviese no quería que la gente sufriese y tuviese pena por la pérdida, sino que todos disfrutasen de una fiesta como las que disfrutó él durante su vida.