La voluntad de acuerdo y las cesiones que hicieron posible la aprobación de la Constitución de 1978 no fueron ayer las protagonistas del acto de conmemoración del 40 aniversario de la Carta Magna. De forma inesperada, la celebración anual en la que participan todas las administraciones de la ciudad, representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad, empresarios y colectivos sociales, acabó en disputa política. El alcalde, Abel Caballero, defendió en su discurso la necesidad de impulsar reformas legales que garanticen mejores coberturas sociales a la ciudadanía para salir definitivamente de la crisis y se reconozca el papel central de las ciudades en la actual configuración del Estado. Pero el regidor también apeló a la "imprescindible" lealtad en la estructura política y administrativa de España y aprovechó su intervención para criticar directamente a la Xunta por su "oposición a la biblioteca estatal o la candidatura local para que las Cíes sean Patrimonio de la Humanidad". "En Vigo asistimos a la deslealtad de un Gobierno autonómico negando sus obligaciones de atención, inversiones y gasto", aseveró en su tradicional discurso trasladado en esta ocasión al Museo MARCO.

Nada más finalizar la celebración, se producía la respuesta inmediata del Ejecutivo gallego por boca de su delegado en la ciudad, presente en el acto y muy crítico por el cambio de tono con respecto a otros años. "En Vigo hoy no se celebró la Constitución. Se lanzaron soflamas políticas. Asistimos a un mitin político de un alcalde que ha perdido el respeto institucional", censuró Ignacio López-Chaves.

A los pocos minutos llegaba también la reacción del PP vigués. Su portavoz y presidenta local, Elena Muñoz, lamentó el "sectarismo" de Caballero y su ataque a los "valores constitucionales". "Vigo se merecía hoy un discurso de unidad y lamentablemente su alcalde tiende a lo mismo que el señor Sánchez, con el que va de la mano, fomentando la división y aliándose con separatistas, batasunos, podemitas y los que rompen España", sentenció la dirigente popular.

Esta cascada de críticas a la intervención del regidor se produjo después de que este insistiese en su intervención en la obligatoriedad constitucional de que los gobiernos nacionales y autonómicos "atiendan a las ciudades. Pero también no convertir el Parlamento autonómico en una cámara de oposición a lo local", en alusión a la Xunta, añadiendo que "los intereses partidarios no pueden anteponerse a la autonomía institucional de los concellos que consagra el artículo 140. Contrapuso esta actitud del Gobierno autonómica con la de la Diputación: "Hoy en Vigo sucede lo que nunca sucedió, la Diputación apoya a Vigo porque vive Vigo", destacó.

Y como viene ocurriendo en los últimos años, el alcalde puso a la Constitución como escudo contra las aspiraciones independentistas. "Los que incluso van más allá de la deslealtad y vulneran flagrantemente la Constitución en Cataluña, tienen que saber que se encontrarán siempre con la democracia, el derecho y las normas", proclamó el también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Aunque no participó en el acto, también se pronunció sobre el aniversario Marea de Vigo, que pidió un nuevo proceso constituyente que ponga en valor el municipalismo.