La calle Portela, en Lavadores, se ha convertido en los últimos días en una zona hostil para los conductores. Desde el pasado jueves, varios coches han sido asaltados. La mayoría de ellos, pertenecientes a madres que acuden a llevar o a buscar a sus hijos a la guardería Los Pitufos. El viernes, a las 16.00 horas, una de ellas acudía a recoger a su hija a la escuela infantil. Cuando bajaron, se encontraron la ventana del copiloto destrozada: los vándalos se habían llevado su bolso y su cartera con toda la documentación. El día antes, otra madre, cuando fue a dejar en la guardería a su hijo a primera hora de la mañana, se encontró al llegar a su vehículo con que le había desaparecido el bolso con la cartera, el bolso y el móvil. Nadie vio nada, pese a que ambos sucesos se produjeron en un horario con una gran afluencia de personas en la zona, cerca de otra guardería, del colegio Santa Cristina y de la piscina municipal de Lavadores. Son solo dos ejemplos de lo que está sucediendo en Lavadores en los últimos días.

Muchos de los padres que acuden con sus hijos a la guardería privada Los Pitufos tienen que aparcar el coche en doble fila o encima de la acera ante la falta de plazas. "Les decimos que pueden estar tranquilos porque no les multan, pero siempre les recomendamos que no dejen nada a la vista por si acaso", explica la directora de la escuela infantil, Maribel Aguiar. Los consejos a los padres empiezan nada más matriculan a sus hijos en la guardería. "Les avisamos por si acaso. Por aquí es muy arriesgado dejar siquiera un resquicio de la ventanilla abierta", añade Aguiar. Muchos de estos padres, cuando acompañan a sus hijos a la puerta de Los Pitufos, incluso dejan la llave puesta en el contacto y el coche abierto, exponiéndose así a los ladrones.

Vecinos y trabajadores de la zona explican que hace años que no tenía lugar una oleada de robos y vandalismo como esta. Porque no son solo asaltos a vehículos, sino que en muchas ocasiones los vándalos simplemente se dedican a rayar o a dañar de alguna forma los coches aparcados en el entorno de Lavadores. "Claro que estamos preocupados. Además por aquí, con las guarderías y el colegio tan cerca, pasan muchos niños", asegura una vecina.

Los residentes, precisamente, también han sufrido asaltos en sus vehículos. Lorena Velásquez explica cómo su marido llegaba el pasado viernes a casa a comer antes de volver a su jornada laboral. Cuando regresó al coche, vio cómo le habían destrozado la ventana y le robaron la riñonera con la cartera y el móvil. En su caso, esos objetos de valor no estaban precisamente a la vista, pues estaban en el suelo, bajo uno de los asientos. "Ya fue a poner la denuncia a la Policía Local", asegura Lorena Velásquez.

Los ecos de estos hechos han llegado a buena parte de los residentes y trabajadores de Lavadores. La gerente de un taller de automóviles situado frente a la guardería Los Pitufos, Patricia Caride, reconoce que ha empezado a tomar precauciones para que no le suceda algo parecido. "Desde hoy he empezado a cerrar todos los coches de clientes que tenemos aparcados en la calle. La verdad que no estamos acostumbrados a que pasen estas cosas. Esperamos que sea algo puntual y que podamos volver a la normalidad", explica Caride. "De momento nosotros hemos tenido suerte, pero nos ha llegado lo que está sucediendo y claro que hay que empezar a tomar ciertas precauciones", añade la empresaria.

Los incidentes se extienden hasta otros barrios cercanos. Varios usuarios aseguraron en conocidos grupos de Facebook que están entrando a robar también en garajes privados de O Calvario y que incluso vehículos situados en los alrededores del colegio Mariano, ubicado en la calle Urzáiz, también han sido objeto de asaltos.