| Por momentos, caminar ayer por la calle Príncipe se convirtió en una misión casi imposible. Miles de personas se acercaron ayer al centro de la ciudad atraídas por el tirón del alumbrado navideño. Praza de Urzáiz, la propia Príncipe, la Porta do Sol o el Casco Vello se convirtieron en territorio selfie, porque muchos paseantes se retrataron con la ornamentación como telón de fondo.