La vertiginosa carrera aeroespacial viguesa arrancó hace 11 años y, en este tiempo, la Universidad ha sido capaz de poner en órbita tres satélites -la lista aumentará hasta siete a lo largo de 2019-, lanzar la spin-off Alén Space y organizar la primera jornada en España dedicada al new space o la democratización del espacio gracias a la reducción de costes y la puesta a punto de soluciones como los cubesats.

"Este evento demuestra que Galicia y Vigo tienen la tecnología necesaria y el talento para lanzar satélites. Y que es un sector estratégico para el país", destacaba ayer Aarón Nercellas, de Alén Space, durante el encuentro que reunió en el centro social Afundación a 170 representantes de las nuevas empresas españolas que despuntan en el sector -PLD, Aistech o Satlantis-, grandes compañías, Airbus y Deimos, entre otras, y agencias institucionales como el INTA o GAIN.

La jornada arrancó con las intervenciones de Nercellas y la vicerrectora de Comunicación, Mónica Valderrama, quien destacó el "orgullo" de la universidad viguesa por contar con expertos en las dos fronteras del conocimiento: las profundidades marinas y el espacio. También evidenció el escaso número de mujeres presentes y explicó que su equipo de gobierno aspira a incrementar el número de alumnas en ingenierías.

El ministro de Ciencia, Pedro Duque, saludó a los asistentes a través de un vídeo en el que señaló que el sector aeroespacial genera más de 3.500 empleos cualificados y facturó en 2017 más de 850 millones de euros.

El profesor Fernando Aguado, responsable de la Agrupación Aeroespacial, abrió el turno de intervenciones con un resumen de la trayectoria de lanzamientos exitosos de cubesats y de proyectos pendientes como el Dustcube diseñado para la ESA. El 25 de diciembre entrará en órbita el Lume 1, dentro de un proyecto europeo para la detección temprana de incendios forestales y las primeras pruebas piloto de la red Fire-RS, que también implica a drones y sensores en tierra, se desarrollarán "en febrero-marzo".

Para Aguado, este nicho del mercado debe ser un "complemento" y un "valor añadido" para el sector tradicional aeroespacial y subrayó que España ya tiene una cadena de valor con capacidad para competir internacionalmente. La clave del éxito, añadió, pasa por el desarrollo de una "tecnología de calidad " que ponga a punto "aplicaciones de uso civil o de seguridad" que gocen de demanda en el mercado.

El responsable del programa de pequeños satélites de lNTA, Santiago Rodríguez, enfatizó la ventaja competitiva que suponen al reducirse los tiempos de desarrollo. Y Raúl Verdú, cofundador de la empresa valenciana PLD Space, que prevé tener listo en 2010 el primer lanzador español para minisatélites, destacó su liderazgo "en la carrera europea" por lograrlo. A finales de 2019 lanzarán un cohete suborbital demostrador para el que han conseguido 18 millones de euros de capital privado.