Ana Enjamio rompió con su novio de toda la vida cuando en 2015 empezó su relación con César Adrio en Vigo. La ingeniera de 25 años y natural de la localidad coruñesa de Boqueixón se enamoró de su jefe en la empresa de Porriño en la que empezó a trabajar quien, a su vez, dejó a su mujer y sus dos hijos menores para irse a vivir con ella.

Ana Enjamio puso fin a la relación con César Adrio en julio de 2016. Aunque, según el relato de la Fiscalía, él no se lo tomó bien y no aceptó la decisión. Empezó a insistirle a menudo para que volviera con él y, al saber que había reiniciado una relación de amistad con su novio de siempre, llegó a confesar a algunos amigos que él había roto su familia por estar con ella y si no estaba con él tampoco iba estar con su novio anterior.

El infierno se desató, según el Ministerio Público, cuando a finales de julio de 2016 en un viaje de trabajo a Portugal, Adrio se hizo con el teléfono móvil de la víctima, que creyó que lo había perdido. Esa misma tarde el antiguo novio de Ana recibió una foto de ella y Adrio desnudos de cintura hacia arriba.

El plan de hostigamiento hacia Enjamio llevó al ingeniero a controlar a la joven, para lo que instaló una aplicación en su móvil que le permitía conocer los contactos y enviarle mensajes y whatsapp ocultando su procedencia. En una ocasión se presentó en casa de la joven por la noche y ella le abrió la puerta para evitar el escándalo que estaba provocando con sus reproches a gritos. Una vivienda que a raíz de aquello Ana abandonó. En otra ocasión el acusado salió al paso de la joven y su antiguo novio exigiéndoles las llaves del piso hasta que llegó una patrulla policial.

La noche del crimen

Hasta que el 16 de diciembre, en la cena navideña de la empresa y tras enviarle mensajes diciendo lo guapa que estaba, la persiguió por todo el comedor, aunque ella le pidió que la dejara en paz. La Fiscalía sostiene que Ana Enjamio dejó el local escoltada por tres amigas yseguidas por Adrio que, tras averiguar dónde habían dejado el coche, se fue sin despedirse.

Las amigas dejarían a la joven ingeniera delante de su casa sobre las 5 de la madrugada. Iba hablando por Whatsapp con su novio de toda la vida. No llegó a su casa porque en el portal le asestaron más de veinte cuchilladas.

El acusado César Adrio que , por su parte, decidido a toda costa a retomar la relación con Ana Enjamio e impedir que siguiera con su novio, recogió rápidamente su vehículo Renault Megane y se dirigió a un lugar no determinado pero próximo al portal del edificio donde residía, llegando antes que ella; y cogiendo un cuchillo o navaja con una hoja de unos 11 centímetros de longitud y unos 2 de anchura, clavó el mismo en la rueda delantera del vehículo Seat Ibiza que la joven había adquirido días antes y que estaba aparcado en las inmediaciones. Después, según el escrito de la Fiscalía, esperó a que ella llegara al portal sin que se percatara de que estaba en la zona, ocultándose para no ser descubierto por ella o su grupo.

La esperó en el portal y esperó a que se quedara sola

Cuando Ana Enjamio, ya sola, llegó al portal de su casa y antes de que pudiera cerrar la puerta, el acusado la abordó sorpresivamente, momento en que ella le dijo que se fuera. No obstante, el acusado no lo hizo y cuando vio que no había nadie en las inmediaciones del portal, de repente y de forma inesperada, sacó el cuchillo o navaja ya descrito, sin que ella pudiera siquiera imaginar que llevaba semejante arma, y lo esgrimió frente a ella, quien se vio por completo desbordada ante la situación.

La acorraló agrediéndola con el cuchillo o navaja, al principio de forma superficial, por distintas partes del cuerpo y la ropa, obligándola de esta forma a llegar al fondo del portal, frente a la puerta del ascensor mientras ella gritaba: "¡Por favor no, por favor no, mamá, mamá...!". Después, con el fin de quitarle la vida y mientras con una mano le tapaba fuertemente la boca, con la otra mano le clavó el cuchillo o navaja repetidamente en el cuello y en el pecho. Pese a que ella trataba de evitarlo con sus manos, el acusado le acuchilló repetidas veces, ocasionándole múltiples heridas y aumentando su sufrimiento; concretamente veintiocho de esas heridas fueron cortopunzantes, de ellas doce le alcanzaron el corazón, lo que le produjo un shock hipovolémico que determinó la muerte, hasta que un vecino descubrió su cadáver sobre las 06,30 horas de dicho día.

La detención

Después de dar muerte a Ana Enjamio, el acusado se fue del lugar en su vehículo Renault Megane, llevándose el teléfono móvil en el que ya había cortado la conversación que ésta, cuando se había visto sorprendida por él, estaba manteniendo con su novio, al que bloqueó en dicho terminal al tiempo que hizo desaparecer la foto de Ana de su perfil de Whatsapp.

Alrededor de las 07.00 horas del mismo día, según el escrito del fiscal, el acusado volvió a casa de sus padres, marchándose de la misma al poco tiempo, tras ducharse. Y se deshizo del cuchillo o navaja, de la ropa y calzado que vestía y del móvil de Ana, desconociéndose el modo así como el momento y lugar concreto en que lo hizo.

A. estaba soltera y sus familiares más cercanos son sus padres así como su hermano, mayor de edad. Ninguno de ellos dependía económicamente de la víctima, quien vivía de forma independiente. El acusado fue detenido por estos hechos el 18 de diciembre de 2016, y se encuentra en situación de prisión preventiva por esta causa desde el 21 de diciembre de 2016.