El alcalde acusa al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de apostar por el trasvase del río Miño como mejor opción para garantizar el suministro de agua de Vigo con el objetivo de que "le salga gratis" a la administración autonómica. "Feijóo quiere el trasvase del Miño porque así lo paga el Estado y él no paga nada", denunció ayer el regidor olívico antes de insistir en que la opción del trasvase exigiría un complejo bombeo que costaría un millón de euros a las arcas del Concello de Vigo.

El primer edil, Abel Caballero, asegura que durante la entrevista que mantuvieron Feijóo y la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, el presidente autonómico se decantó por el trasvase del Miño como la mejor opción para garantizar el abastecimiento de la ciudad. El alcalde insistió sin embargo en que la mejor alternativa deben de buscarla los técnicos y acusó a Feijóo de usar "mentiras" para que el Gobierno central no invierta en Vigo.

"Va detrás de mí a los ministerios que yo visito para decir que no hagan inversiones en Vigo", subrayó Caballero, quien acusó a Núñez Feijóo además de recurrir a "mentiras", ya que habría trasladado a la ministra -aseguró el regidor- que "Vigo quería excluir del abastecimiento al resto de ayuntamientos del área metropolitana, cuando la obra es, precisamente, para que estos ayuntamientos no se queden sin agua".

Desde la Xunta sin embargo se reclama al Concello que "desbloquee" el convenio que ambas administraciones acordaron impulsar -conjuntamente con el ministerio- para buscar la mejor solución de abastecimiento de agua al sur de la provincia "sin apriorismos". San Caetano insiste en que el Gobierno local tiene la propuesta autonómica desde el 13 de noviembre y le acusa de "tratar de vulnerar" el pacto para "dejar fuera" a los municipios que se abastecen del embalse de Zamáns. La Xunta también reconoce que ha elaborado estudios propios que concluyen que el trasvase del Miño es "la mejor alternativa a largo plazo".

Caballero también acusó al PP de oponerse a que el Gobierno central invierta en la conversión del acceso de la AP-9 en tramo urbano. La Xunta insiste no obstante en que mantiene su apoyo a la transformación del "trecho final de la autopista".