Zona Franca pagará 5,6 millones de euros al Concello por la propiedad del edificio de Areal y la del anexo que ocupa en la actualidad la Diputación de Pontevedra. El Comité Ejecutivo del Consorcio respaldó ayer por unanimidad la aprobación inicial de esa tasación que se hará definitiva en su próxima reunión en diciembre como paso previo al visto bueno a la adquisición por parte del Pleno que celebrará el organismo estatal antes de final de año. Superado todo este proceso, el delegado David Regades estima que en marzo de 2019 podría tener las llaves en su poder de un inmueble que además de acoger la futura sede de Zona Franca "funcionará como un gran centro de negocios".

La tasación aprobada asciende a 5.615.168 euros. Incluye el singular edificio con entradas por la calle Areal y Oporto que suma 2.600 m2 repartidos en tres plantas y el inmueble contiguo de siete plantas donde está la sede viguesa del organismo provincial. Con una superficie de esta envergadura, la principal motivación de la compra, el traslado de sus oficinas centrales de Bouzas al centro de Vigo, representa ahora solo una parte del ambicioso proyecto que tiene en mente el delegado.

"Esta operación histórica va más allá de un cambio de la central administrativa del consorcio que como ya he dicho responde a mi compromiso de romper la barrera que separaba a Zona Franca de la ciudad", enfatizó David Regades. De hecho, las oficinas del consorcio en el edificio de Areal ocuparán 1.700 m2 entre la primera y segunda planta. En la baja, de unos 740 m2, aunque se conservará el auditorio, el delegado se plantea compartir el uso de este espacio con empresas que necesiten salas donde mantener reuniones o los emprendedores puedan madurar sus proyectos.

La reordenación de espacios afectará también al inmueble anexo. En principio la Diputación seguiría en este edificio aunque solo en tres plantas y lo más probable es que Zona Franca le cobre un alquiler (ahora disfruta de una cesión gratuita otorgada por el Concello). Respecto a las cuatro plantas restantes también se destinará a oficinas, sedes empresariales o salas de coworking. "El objetivo final es que el inmueble de la futura sede del consorcio funcione como un gran centro de negocios y emprendimiento, como una factoría de ideas para mover la economía de la ciudad", resaltó el delegado.

Al comité ejecutivo de ayer le seguirá otro el próximo mes y antes de final de año el Pleno de Zona Franca aprobará definitivamente la tasación. A partir de este momento, la tramitación para cerrar la compra continuará en el consistorio, un proceso que Regades espera que concluya a primeros de año para en marzo el consorcio tenga ya las llaves en su mano.

Proyectos de adaptación

Para aprovechar el tiempo que falta hasta poder entrar en el inmueble, el delegado encargará dos proyectos que pretende hacer paralelo. Uno referente a la obra de adaptación del edificio para que pueda acoger la sede del consorcio, y otro de la transformación del emplazamiento que deja en Bouzas en locales atractivos para el asentamiento de empresas.

El anterior intento de compra del inmueble de Areal resultó fallido. La entonces delegada, Teresa Pedrosa, nunca había mostrado mucho entusiasmo por esta operación pese a su convencimiento de que la ubicación era idónea para albergar aquel proyecto de Centro de Evolución Gastronómica de Galicia inspirado en el Basque Culinary Center. Un recelo que una vez conocida la tasación elaborada por las dos administraciones, en julio de 2015, la exresponsable del consorcio ya ni se molestó en ocultar. Y es que mientras para el Concello el edificio valía en ese momento 5 millones, Zona Franca situaba el precio en 3. Con esta referencia, la operación de compra reanudada con Regades al mando de Zona Franca satisface las pretensiones del alcalde pero es que a diferencia de la anterior, esta vez suma a mayores el inmueble ocupado por la Diputación.

Como declaró este septiembre al avanzar FARO la futura compra al Concello, el regidor considera "histórica" esta operación "con la que vamos a ingresar unos cuantos millones de euros que utilizaremos en beneficio de los vigueses". Y como ejemplo de uno de los posibles destinos de lo recaudado barajó "múltiples usos", entre ellos, apuntó "la compra del auditorio Mar de Vigo". Como trascendió a finales del pasado mes la administración local adquirirá por 35, 4 millones el recinto cultural, las instalaciones que ocupa la UNED, el hotel y el restaurante, el aparcamiento y las oficinas, así como una superficie comercial de 4.000 m2 en la planta baja del inmueble. Todo por 35,2 millones de euros.