Las redes definidas por software (SDN) que ya utilizan grandes compañías como Google o Amazon para manejar internamente su ingente tráfico de datos serán claves para que la futura tecnología 5G responda a requisitos de servicio y seguridad mucho más ambiciosos. "Permitirían soportar un número de usuarios enorme ya que el internet de las cosas va a multiplicar el número de dispositivos conectados. Si hasta ahora las redes móviles daban soporte a los teléfonos, en pocos años, solo en una vivienda podrá haber conectados entre 10 y 20 dispositivos. Y otra de sus ventajas es que ofrece latencias muy bajas frente a los retardos más grandes del 4G, lo que es vital para la industria 4.0 y la robotización, por ejemplo", explica Pablo Fondo.

El ingeniero analizó estos beneficios de las redes SDN para su trabajo fin de máster y ahora dedica su doctorado, dentro del Grupo de Tecnologías de la Información (GTI) del centro atlanTTic, a analizar cómo integrarlas en la tecnología 5G. De hecho, Fondo es uno de los investigadores del equipo vigués implicados en el proyecto europeo ORCA para probar desarrollos y realizar experimentos innovadores.

La tecnología SDN ofrece mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios y proporciona un mayor control sobre la red. Y además, en el ámbito de la ciberseguridad, facilita el control de los ataques de denegación de servicio, que consisten en sobrecargar un sistema con envíos masivos de información para forzar su cierre, de forma que sus legítimos usuarios se queden sin servicio.

"Las estructuras SDN facilitan identificar este tráfico que intenta anular el de tu sistema y concentrarlo en unos determinados puertos para evitar que se colapse la red", destaca Fondo.

"El premio de la Cátedra Deloitte es un reconocimiento al trabajo realizado y a la importancia de la seguridad a todos los niveles. Es una recompensa al esfuerzo que se está haciendo", reconoce.

Dentro del proyecto ORCA, el grupo GTI pondrá en marcha su iniciativa FastFlow5G, que tiene como objetivo permitir el control remoto de drones o de robots en la industria 4.0 a través de redes celulares o crear aplicaciones de realidad virtual o aumentada que funcionen en los teléfonos móviles. "La tecnología SDN y la virtualización permitirán que las redes 5G soporten un gran número de usuarios y con demoras muy bajas. Ahora mismo, los organismos europeos están acabando de definir sus parámetros y se espera que a partir de 2020 esté operativa la primera red 5G", comenta.