Ninguno de los trabajadores destinados a obras en marcha en Vigo negaría el movimiento económico que generan en sectores muy diversos pero en particular, en el hotelero y hostelero. Pablo Espada, jefe de la obra de la Ciudad de la Justicia adjudicada a San José, aporta un claro ejemplo: "El 75% de nuestro personal come todos los días de menú en locales del entorno. Y esto ocurrre ahora que somos poco más de 100, pues imagínate cuando lleguemos a los 500 trabajando al mismo tiempo la repercusión que tendrá para estos negocios. Es enorme".

El mismo porcentaje de clientela podría valer como referencia del que captan hoteles y hospedajes. Las empresas nunca consiguen una plantilla completa que viva en los alrededores de Vigo por lo no son pocos los que residen de lunes a viernes alojados en las cercanías de la obra. Hasta Espada, natural de Betanzos, vive por la semana en un apartamento alquilado por los dos años que faltan para inaugurar la nueva sede judicial. "Si eres de Santiago o más hacia el norte, lo normal en el sector de la construcción es que te alojes en Vigo", apunta. A la empresa le compensa asumir este gasto antes que el desplazamiento del operario, que también evita así el cansancio de tanto viaje tras la jornada de trabajo.