Los vecinos de Cabral ya pueden respirar tranquilos por la acera aledaña a la antigua fábrica de GEA. Tras la emisión de dos resoluciones de la Gerencia de Urbanismo instando a la adopción de medidas urgentes ante el estado de abandono de la finca y varias reuniones con los actuales propietarios, el antiguo muro de piedra, que ya había sufrido varios derrumbes, ha sido sustituido por un nuevo cierre.
Inversiones Subel, Naerama Group y Residencial El Rocío poseen la mayor parte del recinto, pero la entidad financiera BBVA también es dueña de una parcela de 40.402 m2 que puso a la venta a principios de año.
Este tramo del cierre, frente a las edificaciones de los números 391 al 401 de Ramón Nieto, con una longitud de unos 200 metros y 2,4 de alto, es el que ha sido reemplazado. La Policía Local valló la zona en agosto debido a un desplome sobre la acera contigua y, tras la visita del inspector, el arquitecto técnico municipal recomendó la adopción de medidas urgentes para asegurar la estructura del muro y evitar la caída de elementos a la vía pública. Así que el Concello trasladó a los propietarios la orden de acometer estas obras.
En una resolución anterior, del mes de junio, el Concello también instó a los propietarios del resto de la finca a tomar medidas dado su "mal estado de conversación" y la "falta total de mantenimiento". Las obligaciones pasan por limpiar la maleza tanto dentro de la parcela como la que excede sus límites e invade la vía pública para evitar incendios. De hecho, los bomberos ya han acudido en varias ocasiones en lo que va de año. El expediente también fija la adopción de soluciones para evitar la proliferación de ratas y otros animales.
