La negociación del expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) para unos 400 empleados del Sistema 1 de PSA-Vigo por el desplome de ventas de los sedanes sigue dejando pistas sobre cómo será el nuevo todocamino que se lanzará el próximo año, el V20, y sobre todo, sobre las expectativas de producción que tiene el grupo para este modelo Peugeot que contará con versión eléctrica. Y son altas: PSA espera una producción anual en Vigo -este SUV compacto también se fabricará en una segunda y tercera fase, en Argentina y China- de 250.000 unidades, que, sumadas a las furgonetas K9, los monovolúmenes C4 Picasso y, en menor medida, a los sedanes -para los cuales no hay por ahora fecha fin de fabricación-, llevarán a Balaídos a rozar o incluso superar -si el mercado acompaña- los 600.000 coches al año, lo que supondría un nuevo récord histórico para esta factoría.

Estos elevados volúmenes de fabricación permitirán, como ya recogió este periódico, recuperar el turno de noche en las dos líneas y volver al escenario que había antes de la crisis, en 2008: jornadas de trabajo de casi 24 horas y de lunes a domingo, con el efecto que esto tendrá en la creación de empleo. Balaídos se quedará como la única gran planta de la antigua PSA en Europa con dos líneas de producción (sistema biflujo), después de que Sochaux (Francia) elimine uno de sus dos sistemas de montaje, como ya está programado. Solo la fábrica de Opel en Zaragoza mantendrá un esquema similar al vigués.

Pero antes de llegar a esta situación de plena capacidad, PSA-Vigo tendrá que atajar los problemas en el Sistema 1 por la caída de ventas de los sedanes, para lo que ha planteado un ERTE para unos 400 operarios, el traslado de 350 a otros puestos (la mayoría, en el Sistema 2) y la suspensión de un turno de montaje del Sistema 1. Empresa y sindicatos volvieron a reunirse ayer para discutir sobre los detalles del expediente y la recolocación de estos efectivos. Así, ambas partes están de acuerdo en que aquellos trabajadores que ya habían pasado por algún ERTE en los últimos años sean excluidos de este nuevo ajuste laboral, así como también los mayores de 55 años (para que no se penalice su pensión). Las jornadas de ERTE se realizarían los viernes y si hubiese necesidad de trabajar más horas de las ocho previstas en el turno que sobreviva, éstas se acumularán hasta que se alcance una jornada de ocho horas, que se realizaría uno de esos viernes de ERTE. También se permitirá que los empleados con saldo negativo disponible en la bolsa de horas pero quieran acogerse al ERTE puedan hacerlo, así como compensaciones económicas a los trabajadores que prefieran trasladarse al 4º turno de fin de semana.

En la reunión de ayer, la empresa expuso el calendario de producción de 2019, con nueve días de adecuación de jornada en el Sistema 1, mientras en el Sistema 2, donde se montan los nuevos K9, está previsto que solo pare dos semanas en verano, y no tres como es lo habitual, recurriendo al 4º turno de fin de semana. La próxima reunión de la comisión negociadora, en la que la dirección trasladará a los sindicatos su propuesta definitiva, tendrá lugar este miércoles.