Una bellota de hachís, un "porro" de marihuana, cannabis en pequeñas cantidades... El consumo de estas sustancias en un recinto privado o domicilio particular no constituye ninguna infracción pero esto cambia cuando la acción tiene lugar en un emplazamiento público. Si bien el autoconsumo no está sancionado penalmente, el porte o consumo de drogas en la calle o transportes colectivos sí acarrea una multa administrativa. Durante el primer semestre del año, diez vigueses fueron sancionados de media al día -un total de 1.750- por tener o incluso fumar o ingerir estupefacientes en lugares públicos, casi un 20% más que el año pasado, cuando se incoaron 1.454 expedientes en el mismo periodo, según datos de la Subdelegación del Gobierno, órgano sancionador de las multas impuestas.
¿Y de dónde parten las denuncias? Todas las fuerzas del orden colaboran en la erradicación no solo de puntos de venta de droga, que sí es un delito penal, sino en la identificación de personas que consumen sustancias ilegales en la vía pública. La Policía Nacional denunció 1.121 casos, la Policía Local 398 y la Guardia Civil 231 en Vigo y su área. Estas actuaciones quedan amparadas por el artículo 36.16 de la Ley Orgánica 4/2015, que también castiga el abandono de los instrumentos u otros efectos empleados para ello en los citados lugares.
Distinguir entre el consumo propio de estas sustancias y su uso para la venta o el "menudeo" es la diferencia entre un delito o una sanción económica, que puede ascender a los 600 euros en función de la cantidad o la pureza de la droga. "Si vemos que las dosis están en bolsas individuales, apartadas o que incluso la persona lleva cantidades notables de dinero, como 300 o 400 euros ya sospechamos que no es autoconsumo, sino tráfico", contemplan fuentes de la Policía Nacional de Vigo. En estos casos, se procede a su detención y se ponen las diligencias en conocimiento del Juzgado de Guardia correspondiente o de la Fiscalía de menores si se trata de jóvenes menores de 18 años.
Cuando sí se determina que las sustancias incautadas son para uso personal, los efectivos de seguridad levantan un acta ante la Subdelegación del Gobierno en la provincia así como entregan lo aprehendido a Sanidad Exterior para su análisis y corroboración de que el contenido es realmente droga y determinar la pureza de la misma.
Una vez que el organismo oficializa los datos, se procede a la interposición de la multa económica, que en caso de no abonarse puede provocar el embargo de los bienes del identificado. En el caso de que se trate de un menor, serán los padres como "responsables civiles subsidiarios" los que deberán abonar esta multa, advierten estas fuentes.
Su cuantía viene determinada por la cantidad de droga, su pureza y por lo tanto el valor de la misma. ¿Cómo se realiza este cálculo? Todas las Comisarías locales cuentan con una "tabla de precios" que determina el valor que alcanzan los diferentes tipos de drogas (cocaína, heroína, hachís, cannabis, marihuana, etc.) en un determinado momento atendiendo a la demanda. El encargado de hacer esta valoración es la Comisaría General de la Policía Científica. "Cada seis meses, este departamento contacta con las diferentes comisarías para preguntar por el valor de la droga en su zona, y a partir de ahí establecen una tablas de tasación de estas sustancias, que determinará las sanciones a imponer por la tenencia o consumo de las mismas en espacios públicos o incluso de cara a un juicio", señalan estas fuentes.
El aumento considerable de expedientes tramitados en los primeros seis meses del año con respecto a 2017 está ligado "en proporción" a un aumento de la vigilancia y controles, pero estas fuentes policiales también confirman el "notable" aumento de casos concretos. "Sí se han detectado a muchos más jóvenes, y no tan jóvenes, consumiendo en la calle o simplemente portando droga que destinaban a uso propio", concluyen.
