Hace veinte años las lavanderías autoservicio apenas eran conocidas por aparecer en películas norteamericanas. Innumerables escenas míticas se rodaron en un negocio de ese tipo. A España empezaron a llegar a principios de esta década y en 2015 se produjo su explosión comercial. Y Vigo es uno de los mejores ejemplos. Si hace tres años apenas había una veintena de lavanderías self service, actualmente hay registradas más de sesenta. Uno de los negocios que llegó a la ciudad en 2015 es la lavandería Latrice, ubicada en Rosalía de Castro. Su gerente, Roberto Pereira, explica que al principio "la gente pensaba que aquí solo se lavaban sábanas, mantas o ropa de ese tipo, y poco a poco se ha dado cuenta que pueden hacer cualquier tipo de colada y en una hora la tienen limpia y seca, además de que sale más económico que hacerlo en casa".
Es cierto que la capacidad de las máquinas de las lavanderías autoservicio, de hasta 17 kilos, permite el lavado de prendas que serían inviable hacerlo en casa. Pero los clientes hace tiempo que la utilizan para mucho más. Uno de los motivos, según la propietaria del negocio Limpio&Listo, María José Troncoso, explica que uno de los prinicpales motivos de no hacer la colada en casa y decantarse por los self service es "que el espacio para la lavadora y tender la ropa en los hogares es cada vez más pequeño". "Hay familias que tienen tres hijos y que en sus casas no tienen sitio para colgar la ropa. Aquí vienen y en poco tiempo la tienen limpia y seca", explica la empresaria.
El perfil de los clientes que acuden a este tipo de negocios es muy variado. Proliferan personas que viven solas, especialmente de alquiler y que, o bien no tienen lavadora en la vivienda, o bien prefieren acumular la ropa de toda la semana y acudir un día a estos autoservicios a lavar todo . También, como explica Troncoso, "acuden jubilados que viven con sus hijos y que no les quieren dar trabajo".
Pero sin duda, el principal motivo por el que una persona elige lavar su ropa fuera de casa es por un tema de ahorro. En estos servicios low-cost, lavar y secar la ropa tiene un precio medio de seis euros. Además, los clientes no tienen que llevar ni detergente ni suavizante, pues la propia empresa se encarga de los productos. "El ahorro es rea. Además, el uso de la lavadora en casa dispara la factura eléctrica", explican empresarios del sector. En este sentido, los jóvenes recién emancipados son algunos de los principales clientes de estos locales. Roberto Pereira, de Latrice, asegura que la media diaria de coladas que hace en su lavanderia es de alrededor de treinta.
La mayor parte de estos negocios los gestiona el propio gerente, que se encarga de la limpieza del local y tiene que estar pendiente los siete días de la semana (pues las autoservicio abren de lunes a domingo) del teléfono para atender alguna reclamación y solucionar las dudas de los clientes.