El próximo 1 de enero Vigo estrenará su duodécimo presupuesto consecutivo que alcanzará la cifra récord de 257,5 millones de euros. La mayoría absoluta del PSOE fue suficiente un año más para proceder a la aprobación inicial de las cuentas de 2019 que, en palabras del edil de Hacienda, Jaime Aneiros, "colocan a Vigo como motor económico de Galicia" pese a la "ausencia de inversiones" que recriminó a la Xunta. El gobierno vigués defendió la estabilidad económica del municipio y su apuesta por "modernizar la ciudad desde la solvencia que permite la deuda cero", una política rechazada por la oposición que lamentó el exceso de continuismo y la "repetición" de proyectos y obras "viejos" que quedaron sin ejecutar de años anteriores. "Es un presupuesto absolutamente decepcionante", resumió la portavoz del PP tras ver rechazado el centenar de enmiendas presentado por su grupo, mientras Marea de Vigo defendió su enmienda a la totalidad y la necesidad de que la distribución de recursos se dialogue con la ciudadanía.

Por las posiciones defendidas en días anteriores ya se daba por hecho que los socialistas aprobarían en solitario las cuentas con el rechazo de la oposición y frente a ellos el responsable de defenderlas insistió en que su cometido será "dinamizar la ciudad, garantizar unos servicios públicos de calidad, mejorar las condiciones de vida de los vecinos y continuar con el ritmo inversor". Aneiros recordó como proyectos más relevantes a medio plazo el inicio de la peatonalización de Porta do Sol, del nuevo ascensor de Juan Ramón Jiménez, la conclusión de las obras de los pabellones de Romil y Quirós, la finalización del carril bici, la reforma de la carretera provincial o la humanización de otras ocho calles, momento que aprovechó para criticar a los populares su "rechazo" a la reforma de viales. Al repasar las grandes cifras del presupuesto, el responsable de Hacienda recordó que los fondos destinados a Benestar han crecido un 280% desde que gobiernan, un 124% los recursos de Empleo y otro 97% las inversiones en Deporte.

El portavoz de Marea restó credibilidad a las previsiones del gobierno asegurando que el nivel de ejecución de las inversiones era del 10% a falta de tres meses para terminar el año al tiempo que denunció que hay partidas "que se repiten año tras año" y que las humanizaciones del rural se realizan con materiales de peor calidad. Rubén Pérez reclamó una rebaja progresiva de la fiscalidad y resumió sus críticas en una frase: "el gasto en luces de Navidad supera a los fondos del cheque social".

La más crítica fue Elena Muñoz, que habló directamente de "las grandes mentiras del presupuesto" y de "populismo puro y duro" para referirse a un proyecto que tildó de "muy malo para la ciudad". "No está a la altura de un Vigo dinámico y emprendedor", le reprochó al gobierno vigués antes de elevar a un 96% las partidas del capítulo de inversiones "repetidas". "No hay ni un solo proyecto nuevo", aseguró la portavoz del PP antes de reclamar más atención para el rural y reformas concretas como Clara Campoamor.

En la misma sesión extraordinaria los socialistas aprobaron una modificación presupuestaria de 15,6 millones de euros para financiar con remanentes parte del coste de la adquisición del Auditorio Mar de Vigo. Como siempre que se toca este tema, los ánimos se encendieron y el debate se volvió bronco. Aneiros defendió la "transparencia" de la operación y el acuerdo que ha permitido rebajar a 35 millones el pago frente a los 74 que fijaba inicialmente el informe de liquidación de la concesionaria. El responsable de Hacienda atribuyó al contrato heredado del PP los problemas económicos de la firma y la necesidad de asumir el inmueble, extremo rechazado de plano por la bancada popular. Elena Muñoz atribuyó la quiebra del proyecto a "los once años de nefasta gestión municipal", asegurando que se va a "repagar" un Auditorio que ya era municipal con fondos que permitirían, por ejemplo "ejecutar el túnel de Julián Estévez". A las comparaciones también recurrió Marea para negar que la operación tenga "coste cero" para la ciudad. "Esos 35 millones son muchos años de cheque social y ayudas a familias", recriminó Pérez.