La mayoría de los vigueses interesados en adquirir una vivienda nueva en propiedad son mujeres de entre 35 y 44 años que apuestan por invertir en inmuebles amplios de tres dormitorios. Esta es quizá la conclusión más relevante del estudio encargado por la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra (Aproin) para orientar el reparto de superficies en los proyectos de nueva construcción con los que se está reactivando el sector. Fue su presidente, Javier Garrido Valenzuela, el que ayer explicó en las jornadas jurídico-técnicas que se celebraron esta semana en el Círculo de Empresarios de Galicia los resultados de las 25.003 encuestas realizadas en 122 concellos gallegos a través de la tecnología Surveys de Google especializada en investigación de mercados.

Todos los consultados son gallegos de entre 25 y 64 años y usuarios de internet y el trabajo de campo se realizó durante los meses de julio, agosto y septiembre. Un aspecto importante a tener en cuenta por las promotoras e inmobiliarias de la provincia es que nueve de cada diez clientes potenciales reconocen que el primer contacto con el sector en busca de propiedades se realiza a través del ordenador y aplicaciones móviles. "Otro dato revelador es que son en general mujeres las que realizan las búsquedas y toman la decisión de compra", advirtió Garrido Valenzuela, en alusión a más del doble de encuestadas que de encuestados.

En el caso de Vigo los datos son incontestables y de los 3.439 entrevistados en la ciudad, un tercio de los clientes potenciales de vivienda se sitúan entre los 35 y los 44 años y el tipo de inmueble que más interesa es el de tres dormitorios, que concentra un 39% de la demanda frente al 23% que busca pisos de dos habitaciones y un 40% que trata de localizar tipologías menos frecuentes para invertir. Y aunque el porcentaje sufre ligeras variaciones en función de la edad, parece superado el interés por las propiedades pequeñas de una sola habitación que solo concentran en la actualidad entre el 9 y el 14% de la demanda.

El estudio de Aproin deja claro también a los promotores que el mercado para viviendas de más de cuatro dormitorios es escaso y se reduce curiosamente a medida que aumenta la edad del cliente potencial, generando el interés de apenas un 8% de los compradores que superan los 45 años.

Las jornadas concluyeron ayer con un panel de expertos en el que los consultores inmobiliarios dieron a los promotores "pistas" sobre lo que buscan sus clientes y trataron de identificar los puntos fuertes y débiles del actual mercado vigués. Todos coincidieron a la hora de advertir que en la ciudad de forma específica, pero también en el conjunto del área de Vigo, hay necesidad de obra nueva de calidad. Una queja reiterada es la que de se encuentran a diario con clientes potenciales y "no hay producto decente para ofrecerles" al tiempo que dieron a los promotores consejos como el interés de inversores por adquirir vivienda unifamiliar nueva y con buenos acabados. Apenas ven proyectos en esta dirección en Vigo, algo que sí están aprovechando municipios dormitorio como Oleiros, en A Coruña.

El debate puso el foco de nuevo en los problemas que genera en la ciudad la "inseguridad jurídica" derivada de la ausencia de Plan Xeral en vigor y los participantes coincidieron estos dos días en que la ordenación provisional que el Concello confía en aprobar definitivamente en enero y, sobre todo, el nuevo planeamiento previsto para 2022, supondrán un nuevo despegue para el sector puesto que "hay demanda". Esa es la conclusión de los consultores inmobiliarios invitados a compartir sus experiencias.

"En cuanto haya obra nueva y buen producto las transacciones subirán", advirtió Jesús Cordeiro, que trabaja en la zona de Val Miñor y aprovechó para llamar la atención sobre las oportunidades de negocio en la zona, con una ratio de ventas por habitante superior a la viguesa tanto en municipios como Baiona o Nigrán. Josué Bello, de Remax, coincidió con el resto de expertos al asegurar tajante que en Vigo y alrededores "hay demanda de compra, pero una oferta muy mala" y que espera que la tibia recuperación que se está detectando en el sector de la construcción "anime" las operaciones. En su intervención afinó el perfil del potencial comprador como una persona muy informada y conocedora del mercado que se dirige fundamentalmente hacia inmuebles de 150.000 a 200.000 euros.

Rafael Rosendo, de Lucas Fox, firma que llegó a Vigo este año, destacó la demanda de clientes internacionales en busca de casas singulares o rústicas y piezas de arquitectura histórica mientras que Alberto Otero, de Ünique Singular Properties, incidió en la baja calidad de las viviendas de segunda mano que en muchas ocasiones requieren reformas integrales y señaló a los promotores la demanda de viviendas unifamiliares para que el mercado no se centre en exclusiva en promociones de pisos.