Aquella iniciativa que hace dos años parecía poco más que una declaración de intenciones ensalzada con una siempre efectista terminología anglosajona, Blue Growth, constituye hoy en día una formidable carta de presentación para el Puerto de Vigo, un modelo que ya quieren imitar otras terminales nacionales. Con su apuesta por el Crecimiento Azul, una estrategia de planificación que potencia un desarrollo económico sostenible estableciendo sinergias con sectores más allá de los vinculados a los muelles, la Autoridad Portuaria se convirtió en pionera en España de esta nueva política auspiciada por la Comisión Europea. Y del reconocimiento del gobierno comunitario, que ya destacó en su informe anual sobre Economía Azul divulgado en julio el planteamiento de Vigo por "su gran potencial en términos de inversión y desarrollo económico", ahora recibe el del Parlamento, donde ayer su presidente, Antonio Tajani, inauguró una exposición con los principales resultados del Blue Growth olívico que elogió "porque con proyectos así se hace la Europa concreta que quiere la ciudadanía".

Ahora que Vigo recibe el aplauso internacional por su visión azul es cuando el resto de los puertos se apresuran a embarcarse en esta misma carrera. Desde las canarias hasta terminales mediterráneas como Málaga, Cádiz, Valencia o Barcelona, ninguna quiere perder un tren cargado de fondos comunitarios. Ya lo está comprobando el vigués que gracias a la delantera que lleva con su estrategia azulada tiene asegurada la financiación europea y también privada para varios de los principales proyectos de los 46 en total surgidos de los intensos debates de los Grupo de Trabajo celebrados desde 2016 en el edificio de Sesiones.

Es en esta metodología participativa donde reside la clave del éxito del Crecimiento Azul de Vigo. De esas reuniones que congregaron a más de 300 actores de la comunidad portuaria, de instituciones y empresas, y que continúan con gran motivación por parte de sus asistentes, salieron, y siguen saliendo, todas esos retos, acciones y posibles proyectos de futuro que están llamando tanto la atención fuera de Vigo. Muchas ya no son ideas o dibujos plasmados en un mero papel que generan más ilusión que confianza en que se hagan algún día realidad. En la actualidad están en proceso de ejecución el 38% de los proyectos pertenecientes a las áreas temáticas "Verde", "Inclusivo", "Innovador" y "Conectado", de las 14 en las que se divide el estrategia.

Una selección de los más relevantes figuran en los paneles dispuestos en el hall del Parlamento de Estrasburgo, una muestra "de carácter divulgativo y demostrativo en cuanto a un proceso exitoso de elaboración e implementación de la estrategia de Crecimiento Azul", como resumió ayer el presidente Enrique López Veiga en el acto inaugural presentado por el europarlamentario del Partido Popular, Francisco Millán Mon. En su mayoría ya conocidos por la sociedad viguesa, en varios están implicados multinacionales de la talla de Inditex.

Como el "ML Style", ese proyecto que nació como el doble objetivo de contribuir a la limpieza de los océanos con ayuda de los barcos de pesca al tiempo que aspira a conseguir una producción industrial "a gran escala" -de la que se encargaría la cadena de moda de Amancio Ortega- con la reutilización de residuos marinos como redes y plásticos. También destaca el "Our OceanS", una iniciativa diseñada para reducir el próximo año hasta un 80% la huella del carbono de la Autoridad Portuaria y conseguir en 2020 que el 15% del consumo energético proceda de fuentes renovables. Y el TTQS que mediante el diseño de una novedosa herramienta informática quiere hacer de O Berbés un puesto pesquero ejemplar en "transparencia, trazabilidad, calidad y sosteniblidad".

Junto a proyectos de esta índole, del énfasis del Blue Growth por aunar esfuerzos e intereses salieron alianzas público-privadas que ya llevan tiempo funcionando. Como MarinnLeg, la fundación para el estudio de asuntos jurídicos en materia portuaria y marítima. Pero este solo es uno de los muchos frutos que el Puerto de Vigo espera recoger de esta innovadora estrategia. Porque como recordó ayer Enrique López Veiga, "el Blue Growth es un proceso vivo".