La tecnología se alía con la seguridad vial y el Concello de Vigo empezó esta semana a probar las nuevas señales luminosas inteligentes con las que pretende reducir el número de atropellos. El primer destino de estos paneles desarrollados por la empresa API Movilidad es la concurrida Senda da Auga que discurre desde la calle Cantabria hasta el límite con Redondela y que usan a diario cientos de ciclistas y peatones. El alcalde, Abel Caballero, y el edil de Seguridad, Carlos López Font, visitaron ayer la zona de instalación de la primera advertencia electrónica en una zona de muchas curvas y escasa visibilidad. Se colocará una segunda en otro punto sensible del recorrido. El sistema es capaz de discriminar específicamente a ciclistas y peatones y se activa a su paso, alertando a los vehículos de su presencia y del límite de 30 km/hora. Se desactiva cuando abandonan el tramo más sinuoso. "Ya la probamos con éxito", aseveró ayer el regidor tras las primeras horas de funcionamiento.