Desde el inicio de la huelga de los trabajadores de la zona azul de Vigo, aparcar en el centro de la ciudad, especialmente en hora punta, se ha convertido en una empresa prácticamente imposible. La gratuidad de las plazas de estacionamiento en calles como Venezuela y Rosalía de Castro ha provocado una nula rotación de los vehículos. Muchos conductores que viven o trabajan en esas zonas dejan los coches estacionados en las plazas de zona azul incluso durante varios días. El resto, no tiene otra alternativa que rascarse el bolsillo y estacionar en los parkings de pago.

Esta situación ha provocado que hayan desaparecido los gorrillas que durante todo el año ayudan a aparcar a los conductores en el centro de Vigo a cambio de una propina. "Desde que empezó la huelga ya no los veo casi nunca. Es normal. Es imposible conseguir aparcar. Tengo clientes de Pontevedra que vienen aquí a trabajar y algunos ya están pensando en alquilar una plaza de garaje", asegura Valeria Ribeiro, empleada de una panadería de Rosalía de Castro, que desde el inicio de la huelga acude a trabajar en moto.

Empleados y vecinos coinciden en que los denominados gorrillas apenas aparecen ahora para realizar su labor.

Los empleados que vienen de las afueras en coche a trabajar al centro son algunos de los principales afectados. Lucía Rodríguez, camarera de un local de Rosalía de Castro y que vive en Canido, se ve obligada a diario a, o bien dejar el coche en el parking, o jugarse una multa estacionando en las zonas de carga y descarga.

Los parkings de Policarpo Sanz, Rosalía de Castro y Venezuela han notado un considerable aumento de usuarios desde el inicio de la huelga. En las horas punta, en muchas ocasiones, incluso es imposible encontrar aparcamiento en esos estacionamientos de pago.