El paraguas se ha convertido en un complemento imprescindible para todos los vigueses. En los últimos diez días la ciudad recogió alrededor de 100 litros por metro cuadrado (l/m2) y tan solo hubo una jornada, la del pasado sábado, en la que las nubes no descargaron agua sobre la urbe. Desde entonces los días se han vuelto especialmente lluviosos, una tónica que no es repentina. Vigo registró desde agosto el doble de precipitaciones que en el mismo periodo del año pasado, algo que a buen seguro agradecen los embalses que nutren a toda la comarca. El último informe publicado por Augas de Galicia muestra que en la última semana las presas de Eiras y Zamáns apenas han perdido capacidad pese a que desde este mes se libera más agua al río (pasó de los 822 litros por segundo hasta los 1.309 actuales).

En términos de chubascos, el año está siendo razonablemente bueno. En el acumulado hasta noviembre la estación de Meteogalicia de la avenida de Madrid ya recogió más agua que en todo el 2017. El dato sí es algo inferior al registrado en 2016, donde hubo un invierno especialmente lluvioso.

Pese al calor durante buena parte del verano en la urbe olívica -agosto fue el mes más caluroso de Vigo desde que hay datos-, las precipitaciones se hicieron notar durante la temporada estival. En junio llovió en catorce días, prácticamente la mitad del mes. Entre julio y agosto y septiembre apenas cayó agua en quince días, aunque en algunos de ellos lo hizo de manera importante. Octubre sí marca la diferencia. Si hace un año apenas se registraron 34,2 l/m2, en este ejercicio la cifra prácticamente se multiplicó por tres hasta los 93,6 l/m2. La línea se mantiene en noviembre, donde ya se rozan los 80 litros en apenas una semana, la misma cantidad anotada durante el mismo mes en 2017.

La lluvia genera incomodidad entre los vecinos, que se ven obligados a utilizar su vehículo o echar mano de un paraguas para desplazarse, pero lo agradecen los embalses. En los últimos siete días han mantenido su capacidad y respecto al año pasado la situación es mucho más tranquilizadora. Ayer Eiras permanecía al 56,76%, mientras que hace doce meses estaba al 43,95%. Todavía mejor es el estado de Zamáns, a un 56,59% esta semana y que en noviembre de 2017 se situaba en un preocupante 40,87%.

Las previsiones auguran más precipitaciones, al menos en el corto plazo. Desde Meteogalicia apuntan que se aproximan a la ciudad una serie de frentes consecutivos, de diferente magnitud, que dejarán más lluvia en los días venideros. Tan solo hoy se espera una ligera tregua durante las horas centrales de la jornada.

El observador meteorológico anuncia que el fin de semana los chubascos serán todavía más intentos y persistentes, mientras que es posible que la meteorología mejore a partir del próximo martes. A expensas de lo que ocurra en lo que resta de 2018, el año se situará entre los más lluviosos desde 2010, curso en el que comenzaron las mediciones de Meteogalicia.