Un temario "asequible" pero con el inconveniente de la "dureza" de las pruebas físicas eliminatorias. La larga espera para los cientos de aspirantes a cubrir las primeras 20 plazas de las Ofertas de Empleo Público (OEP) de los años 2014, 2015 y 2016 que estaban pendientes de adjudicar tocó ayer a su fin con la convocatoria de la parte teórica, un examen tipo test de 50 preguntas (más seis de reserva).

El pabellón de Navia acogió las pruebas para el cuerpo de Policía Local y bomberos que congregaron a más de 600 opositores; algunos con mayor motivación, otros a tentar a la suerte y la gran mayoría después de años de preparación.

Es el caso del lucense Alfonso López. Es la primera vez que se presenta a la convocatoria de plazas para bombero pero reconoce que le mueve la vocación. "He trabajado en empleos relacionado con brigadistas y sin duda esta es mi vocación. Llevo tres años preparándome para esto y ver tanta gente no me desmoraliza, al contrario, es una motivación", admite este vecino de Lugo, para quien -como para la gran mayoría- la dificultad radica en las pruebas físicas. "Son duras; estudiar estudias, pero tienes que prepararte mucho los ejercicios", admitía el joven.

Su opinión es compartida por Martín Cespón, que ante la falta de trabajo en su especialidad, decidió embarcarse en el mundo de las oposiciones. "Siempre he querido ayudar a los demás y esta me parece una buena solución. Es la primera vez que me presento así que para mí es una primera toma de contacto. De inicio pensaba que la teórica iba a ser más complicada pero la física es tremenda", admitía este joven de Rianxo.

Como él, fueron alrededor de 300 aspirantes los que lucharon ayer por una de las 10 plazas de bombero (30 opositores para un puesto), si bien la categoría más disputada es la de conductor bombero donde estaban admitidos 85 personas para un total de dos plazas. Esta superioridad de la demanda a la oferta es el punto más débil de las pruebas para el vigués Óscar Padín. Reconoce que es la primera vez que se presenta tras seis meses de estudio, por que lo considera que será también otra primera toma de contacto. "Desmoraliza bastante ver a tanta gente, pero bueno, es la primera vez que me presento y quiero saber también cómo es el examen, su dureza, qué piden...", admitía el vigués.

Y si bien las pruebas eran de acceso libre, se podría cuantificar el número de hombres casi en un 100% a excepción de Natalia, una de las pocas mujeres que acudieron a la prueba teórica para la decena de plazas de bombero. Lleva dos años preparando este examen y tiene muy claro su vocación: "Vengo con la firme idea de ser bombero", reconocía la joven minutos antes de entrar al examen.

Estas pruebas para bombero discurrieron en horario de mañana. Ya por la tarde, a las 16.30 horas debían presentarse en el mismo recinto los 273 admitidos para las otras 10 plazas a Policía Local. Estas pruebas comenzaron con bastante retraso, ya que los examinadores fueron llamando a los aspirantes pasadas las 18.20 horas por problemas en la tramitación del examen debido a su extensión.

El resto de categorías registran mucha menos demanda. En concreto, son 13 los admitidos para ocupar uno de los dos puestos de sargento de extinción de incendios cuya primera prueba es el 7 de noviembre y que se resolverá mediante un concurso-oposición. Las última plaza es para oficial de Policía, con 7 aspirantes, y la prueba es el día 6.