La crisis impactó de forma más leve y tardía en Galicia -"Hasta 2011 se siguieron planeando grandes urbanizaciones y desarrollos"-, pero afectó igualmente a la vulnerabilidad de sus habitantes debido al desempleo, la reducción de ingresos o las ejecuciones presupuestarias. Los autores del estudio, publicado recientemente en la revista Urban Science, comparan las iniciativas planteadas en las elecciones de 2015 por los actuales gobernantes, además de señalar la "gran importancia" de las redes de amigos y familiares en ambas ciudades.

"A Coruña es la más vulnerable y Marea ha propuesto más políticas de igualdad para ayudar a la población. Mientras que Vigo, gobernada por el PSOE, optó por priorizar las humanizaciones e infraestructuras y Cáritas y otras organizaciones cubren unos servicios sociales que en el caso de la primera hace el Concello. Aunque los efectos de ambas políticas están por ver porque son recientes", señala José Manuel Taboada, que trabaja en una tesis sobre sostenibilidad urbana en Galicia.

Modelo escaparate

En este sentido, los autores apuntan al "modelo de ciudad escaparate" del gobierno vigués e instan a las administraciones locales a "detenerse y descubrir de primera mano" la realidad de sus barrios para ser efectivos en la lucha contra la desigualdad. Una misión en la que los mapas de vulnerabilidad se revelan claves.

"Estos estudios te permiten ir al centro de la cuestión. Hay barrios con necesidades más acuciantes que otros y es ahí donde deberían actuar las administraciones. La crisis nos descubrió lo vulnerables que éramos, mucha gente vive muy justa y no puede prescindir de servicios básicos para ellos", destaca.

"El urbanismo debe contar con la población, conocer sus necesidades y aspiraciones. La tendencia empieza a cambiar hacia la acupuntura urbana, es decir, pequeñas acciones con una gran repercusión social", reivindica.