Un "grupo criminal" que imita las características propias de "las bandas latinas violentas". Ésta es la descripción que hace la jueza de los jóvenes que, bajo el nombre de "Los Betas" y "Los del Bloque 30", supuestamente se "coordinaron" para cometer un sinfín de robos y otros delitos en Vigo, Baiona y Cangas. La Guardia Civil los cifra en más de un centenar, pero la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la ciudad olívica, como expone en una de sus resoluciones, todavía no cuantifica estos ilícitos a la espera del "estudio y rastreo" de las denuncias que se enumeran en el atestado policial y del "análisis" de los teléfonos móviles y otros efectos incautados en los registros.

Con la instrucción en una fase aún inicial y con tres de sus presuntos líderes o lugartenientes en prisión provisional, estos chicos niegan los delitos. Uno de ellos, el joven dominicano Anderlín Ariel E.V., en su comparecencia el lunes ante la magistrada, se desvinculó de "Los Betas", a los que relaciona con un grupo de WhatsApp y de los que "desconoce" a "qué se dedican", señalando sobre "Los del Bloque 30" que no se trata de ninguna banda delictiva, sino que únicamente se reunían "para rapear". Así, relató que esa denominación alude a un grupo de música "muy bueno" de Santo Domingo que suelen escuchar, concretando que de ahí adoptaron ese nombre.

El investigado alegó que se juntaban en la zona de Fátima -lugar que se considera la zona de reunión de los jóvenes pandilleros- y también en las proximidades del Náutico cuando salían de fiesta. "Nos juntábamos muchos para rapear, latinos, españoles, pero no había ningún líder", declaró, señalando al respecto que él y otro de los encarcelados, José Albany R.T., no eran cabecillas de ningún grupo criminal, sino que eran considerados "los que mejor cantábamos" esas canciones de rap. Cualquier joven, aseguró, podía unirse a ellos. "Para integrarse no hay que hacer nada especial; llegar y cantar y ya empiezan a improvisar con el grupo", describió.

Frente a las versiones exculpatorias, la juez ratificó la prisión provisional para éste y otros dos jóvenes. Por riesgo de fuga, para evitar la reiteración delictiva que se presume "por la actividad atribuida al grupo en especial en este último verano" y para no obstruir la investigación.