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Manuel Reigosa: "Ficharemos a un investigador extranjero para que remarque el atractivo de nuestra Universidad"

"Negociamos con Facenda una subida de la masa salarial y vamos bien encaminados para poder bajar la docencia a 280 horas y contratar personal, pero el primer año es imposible hacerlo todo"

El rector Manuel Reigosa, durante la entrevista, en su despacho del campus. // J. Lores

El nuevo equipo rectoral prepara sus primeros presupuestos y confía en que Facenda le permita incrementar la masa salarial para empezar a cumplir sus compromisos de campaña para toda la legislatura: reducir las horas de docencia, estabilizar a 42 investigadores con contratos inestables, abonar las "extra" y permitir la promoción. El anunciado cambio, asegura Reigosa, ya se nota en un aumento del diálogo y la participación.

-El martes se cumplieron seis meses de las elecciones, ¿se nota ya el cambio que prometía y para el que fue elegido?

-La toma de posesión fue en junio, así que llevamos bastante menos tiempo trabajando en la casa. El cambio más notable ahora mismo es la participación en los órganos de gobierno y, muy especialmente, la revitalización del Claustro. Esta fase de diálogo, negociación y acuerdo también se está notando en las mesas de negociación de personal y la perspectiva es francamente buena.

-¿Con qué periodicidad convocará al Claustro?

-Como mínimo, tendrá que haber un par de ellos al año, pero seguramente serán más porque hay que escuchar a la comunidad antes de cualquier cambio de política universitaria. Esto obliga a participar más y pedimos esa corresponsabilidad pero, como contrapartida, lo que se apruebe tendrá aportaciones de todos. Saco como conclusión del último claustro que hay un acuerdo bastante generalizado en el profesorado sobre nuestras propuestas para mejorar el programa de evaluación. Y espero tener en breve algún debate sobre la docencia que echan en falta los alumnos. Además hay reglamentos que son necesarios. El de estudiantes no se llegó ni a presentar durante el periodo anterior. Y hace falta una normativa que determine qué hacer cuando un estudiante copia o hay algún problema de orden porque la actual es franquista, de 1954.

-También habló de "apretarse el cinturón" en algunas partidas del próximo presupuesto. ¿En cuáles?

-La Universidad siempre hizo las cosas muy bien. Lo digo incluso con orgullo personal. Y queremos continuar con ese rigor, pero ya anunciamos en campaña que queríamos poner el esfuerzo en otras partidas. Durante el periodo anterior se apretó el cinturón en personal. Nosotros queremos llevar a cabo medidas de estabilización, promoción y renovación de plantilla. Y esto precisa ahorros en otras partidas. En absoluto quiere decir que los presupuestos vayan a ser preocupantes, sino que nuestra prioridad será el personal. Estamos lejos de tener la plantilla que necesitamos y los profesores hacen un sobresfuerzo. Y tendremos que detraer dinero de otras partidas. ¿Cuáles? Lo estamos debatiendo.

-¿Pero cuáles son las menos prioritarias para su gobierno?

-Ya dijimos que el tema del ladrillo. Es obvio que hay que cosas que hacer y que intentaremos sacar adelante con presupuestos extraordinarios fuera del plan de financiación.

-Y en global, ¿las cuentas seguirán la ligera tendencia al alza de los dos últimos años?

-Todavía no sabemos cuánto nos toca del plan de financiación de la Xunta, pero nuestra estimación es que habrá una cierta subida. Y también hay que entender que hay subidas salariales aprobadas por el Gobierno central que incrementarán los gastos de personal. Estamos negociando cómo llevarlo a cabo.

-Y tienen que pagar las "extra" comprometidas.

-Efectivamente. Junto con la bajada de la docencia a 280 horas, la contratación de personal en situación inestable y la promoción, hablamos de medidas que afectan a la masa salarial y estamos negociando un incremento con Facenda. El primer año será imposible hacerlo todo, pero vamos bien encaminados hacia una subida plurianual. Aunque no sea tanta como querría.

-Además de hacer cantera, aspiran a fichar. Usted visitó en septiembre el centro vasco Biomagune, dirigido por Liz Marzán.

-Visité la plana mayor del Ikerbasque para conocer cómo captan a los profesores de primer nivel y también estuve con investigadores del centro. Tanto el Ikerbasque como el Icrea de Cataluña permiten atraer personal de altísimo nivel. Fue una pena dejar marchar a Liz Marzán, pero diría que es imposible traerlo de vuelta. Espero que tengamos alguna buena noticia dentro de poco.

-¿Ficharán a alguien en 2019?

-Espero que sí.

-¿En España o fuera?

-En el extranjero. Las negociaciones están bastante avanzadas. Será un fichaje que dé señal de que la Universidad de Vigo es atractiva a nivel internacional porque es buena. Nuestra apuesta por la internacionalización va más allá de impartir cursos en inglés, que es algo fantástico. Aspiramos a tener profesores y alumnos de otros países, independientemente de nuestro compromiso intenso con el tejido socioeconómico del sur de Galicia. Pero necesitamos que la Administración nos dé herramientas para poder contratar como ya ocurre en el País Vasco y Cataluña.

-En esa captación juegan un papel importante los "rankings "y Vigo ha perdido puestos en algunos de ellos. Parece que el voluntarismo ya no es capaz de compensar la falta de fondos.

-La ecuación de hacer más con menos es imposible. Perdemos profesorado y la plantilla envejeció una media de 10 años. Muchas cosas se hacen de forma voluntaria porque tienes la ilusión de colocar tu universidad cuanto más arriba mejor. Pero llega un momento en el que si no hay renovación se pierde impulso. En todo caso, en los rankings más exigentes seguimos ocupando posiciones de privilegio. Nuestro propósito es poner más esfuerzos en el personal porque es el capital básico de una universidad.

-La matrícula ha bajado, aunque Vigo sigue teniendo la mejor ocupación de Galicia. ¿Estamos ante un cambio de tendencia?

-Seguimos en torno al 92-93% de años anteriores. Desde el punto de vista demográfico, el número de estudiantes que podrá ingresar en la universidad va a seguir bajando, por eso nuestro objetivo es programar ahora para el año 2040 y disponer de herramientas para atraer estudiantes de habla hispana y portuguesa. Esto conlleva un esfuerzo no solo en comunicación, sino en ofrecer docencia remota, semipresencial o no presencial.

-¿Es preciso reformar el mapa gallego?

-El acuerdo que ya tenemos es bastante lógico. No aumentan las titulaciones y las plazas se reorganizan en función de la demanda.

-Vigo contará con un plan específico para sus títulos menos atractivos.

-Seguramente es un mal de toda la universidad pública, no somos capaces de explicar bien muchas de las cosas que hacemos. No tiene mucha lógica que las ingenierías Forestal y Agrícola tengan problemas de matrícula cuando una gran parte del PIB gallego tiene que ver con estos sectores. Son titulaciones de futuro y también se trabaja a nivel de sistema gallego para minimizarlos. Es curioso que un título único en Galicia como el de Recursos Mineros y Energía, con competencias profesionales muy variadas, no sea más atractivo. Será un trabajo de años y siempre pongo como ejemplo Historia, que este año tiene 51 matriculados y ofertaba 50 plazas.

-Ciencias del Lenguaje suma ya dos reformas y sigue sin remontar.

-La sociedad se está olvidando de las humanidades. Aunque tengamos que hacer algún esfuerzo interno de reformulación para que sea más atractiva, hay que decir que el papel de la universidad también es formar humanistas.

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