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Antonio de la Fuente: "Gente me ha llegado a pedir que le estropease simulando un accidente"

Antonio de la Fuente // FdV

Está considerado uno de los mejores cirujanos plásticos del país y por sus manos han pasado importantes personalidades. Se inició en el Ramón y Cajal, estuvo 25 años en el Ruber Internacional y hace tres años se embarcó en el proyecto de crear el servicio en el Rosario de Madrid.

-En estos 40 años de carrera, ¿como ha visto evolucionar la especialidad?

-Muchísimo. En los 70, cuando estaba en Suecia, un laboratorio de microcirugía en EE UU era el primero en implantar tejidos. Fue un hito, porque permitió trasplantar de una parte del organismo a otra. Fue mi siguiente destino, donde hice mi tesis en microcirugía. En los 80 y tantos oímos que uno en Francia sacaba grasa con unas cánulas. No nos lo creíamos. Ciencia ficción. Hoy la liposupción es la operación más común y se aplica también para la extracción de células madre, de tejido radiado? Ahora lo más moderno es la supramicrocirugía, suturan vasos linfáticos de 0,3 milímetros. El refinamiento de las técnicas ha sido brutal con resultados mucho más gratificantes.

-¿Cuáles son las intervenciones más habituales en sus quirófanos?

-A parte de la cirugía plástica general, como liposupción y mamas, tengo especial afinidad por la facial, en concreto, rinoplastia y lifting. De hecho daré una charla en Vigo [hoy] sobre mi experiencia en rejuvenecimiento facial. Cómo evitar que se note la cara operada.

- ¿Las cirugías estéticas están de moda?

-Ya Cleopatra se bañaba en leche de burra para exfoliar. Y en la antigua India se reconstruían narices porque, a parte de ser un signo de nobleza las grandes, a los forajidos y los grandes adúlteros se les castigaba amputándosela. Lo hacían alfareros. El ser humano siempre ha deseado sentirse bien consigo mismo. Pero hace 60 u 80 años, ¿quién se metía en los riesgos de una anestesia general o de técnicas pioneras?

- ¿El cirujano debe acceder al deseo del paciente o imponer su criterio?

-El criterio profesional debe primar sobre todo. Si no tiene una inflamación del apéndice no le vamos a realizar una apendicectomía. Si no está indicado, se la voy a desaconsejar y tiene que ser una persona equilibrada, tener claro lo que quiere y con expectativas realistas. Hay que ser un poco psicólogo.

-¿Cuál es la cosa más estrambótica que le han pedido y a la que se ha negado?

-He tenido algún paciente raro. Gente que me ha llegado a pedir que le estropease simulando un accidente, deformándose toda la cara, para que la familia pudiese disponer de medios económicos? Anónimos para cambiar caras?. Cosas raras a las que no he accedido.

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