Pendientes del criterio definitivo del Tribunal Supremo. Al menos uno de los dos juzgados especializados en materia bancaria de Vigo, el del Casco Vello, ha paralizado los procesos de gastos hipotecarios a la espera de la decisión final sobre quién debe abonar -el banco o el cliente- el principal impuesto a la hora de formalizar una hipoteca. La sala ha suspendido las audiencias previas hasta que se produzca este pronunciamiento. La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Pontevedra, la que resuelve los recursos de apelación de las causas de esta índole procedentes de Vigo, adoptó idéntica medida.

Y es que la decisión del Tribunal Supremo de aplazar al menos hasta el pleno del 5 de noviembre su pronunciamiento sobre quién debe abonar el impuesto ha dejado sentir sus efectos en Vigo. Desde una entidad financiera con presencia en la ciudad se reconocía ayer que, "salvo que sea imprescindible", la mayoría de clientes y sucursales optan por esperar a que la situación se aclare para cerrar hipotecas. "Hay inseguridad jurídica, así que tomar una decisión de ese tipo así...", admite el mismo empleado de banca.

También las notarías permanecen atentas al Supremo. Jaime Romero, delegado del colegio autonómico, explica que las dudas atañen a un gravamen que de media tiene un coste de 2.000 euros. Ante la perspectiva de que ese escenario se resuelva en noviembre, sin embargo, Romero explica que la opción por la que se decantan los clientes es posponer la liquidación del impuesto varias semanas. Las partes pueden liquidar el impuesto durante 30 días, con lo que si las incógnitas se clarifican en un par de semanas dispondrían aún de margen para abonarlo.