El auditorio, hotel, restaurante, parking y bajos comerciales del Mar de Vigo están en manos del Concello. El Gobierno local acaba de liquidar la concesión de la sociedad Pazo de Congresos, responsable hasta ahora de la gestión de esos espacios, a cambio de un desembolso de 35,2 millones de euros. En la práctica eso supone que la administración municipal adquiere esos espacios, sobre cuyo futuro podrá decidir a partir de ahora. El pago -que según precisó el alcalde, Abel Caballero- se hará con cargo a los remanentes municipales y supone menos de la mitad de los 74,5 millones de indemnización que en abril solicitó el administrador concursal de Pazo de Congresos, firma que se declaró en concurso de acreedores en 2016 y está en liquidación desde 2017.

"Es una operación magnífica para la ciudad. Ganamos un nuevo espacio público ciudadano y sin una distorsión de cara a los vecinos porque no lo tendrán que pagar de sus bolsillos. Se hizo un auditorio privado y ahora se transformó en público prácticamente sin coste para la ciudad", resaltó ayer Caballero, quien avanzó que el impacto final de la operación sobre las arcas municipales será inferior a los 35,3 millones de euros desembolsados en un inicio. El motivo -precisó el regidor- es que el Concello se desprenderá de parte de las instalaciones. En concreto Caballero avanzó que se venderán el hotel, en funcionamiento y gestionado por la cadena Eurostars; y los 4.000 m2 de bajos comerciales situados en la planta inferior del inmueble.

En cuanto al aparcamiento subterráneo, el alcalde reconoció que el Concello podría gestionarlo o venderlo y que el restaurante se sacará en concesión pública. Lo que el Concello descarta de forma tajante es la venta del auditorio. "El espacio cultural es un bien público y lo será siempre", incidió. Otra vía por la que el organismo municipal amortizará su inversión de 35,2 millones es el ahorro en el alquiler del aula de la UNED y la biblioteca. Como recordó Caballero, hasta ahora el Ayuntamiento pagaba a la concesionaria un arrendamiento anual de más de 600.000 euros, dinero que dejará de abonar ahora que pasa a ser el gestor directo de las instalaciones.

Caballero resaltó que los 35,2 millones que desembolsará el Consistorio están muy por debajo de los 74,43 millones que reclamaba el administrador concursal de la concesionaria, los 45,2 que se desprendían de una tasación elaborada por técnicos municipales o los cerca de 80 que -incidió el alcalde- llegó a estimar el PP.

La indemnización de 35,2 millones de euros se calculó mediante una auditoría independiente. El importe se obtiene al restar a la inversión de 85,46 millones que suman el conjunto de las obras tres conceptos: los 28,23 correspondientes a aportaciones públicas de Concello y la Xunta, los 12 millones ya amortizados por la concesionaria y 10 millones relacionados con los daños y perjuicios. Desde Praza do Rei apuntan que Concello y administrador alcanzaron un acuerdo tras la junta extraordinaria de acreedores. Desde el juzgado que lleva el concurso se aseguraba ayer, sin embargo, que todavía no tenían constancia de un acuerdo definitivo. El Ayuntamiento tenía presupuestados en sus cuentas ocho millones para la indemnización.