Puñales de hoja puntiaguda, navajas de más de 11 centímetros, nunchacos de grandes dimensiones, puños americanos, defensas eléctricas... Podría semejar el arsenal incautado tras un registro a un presunto delincuente, si bien todas las denuncias por la posesión de cualquiera de estas armas están bajo resguardo de la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra por su uso, porte o tenencia negligente o sin la licencia correspondiente o fuera de los lugares habilitados para su fin. En total fueron 447 los vigueses sancionados por llevar estas armas blancas, muchas de ellas prohibidas, en lugares públicos o no adecuados desde el 2017 sumando sanciones que ascienden de los 266.000 euros en multas.

En concreto, la práctica más habitual detectada por los agentes, a raíz de los expedientes tanto de Policía Local como Nacional, es el incumplimiento del artículo 146, o lo que es lo mismo la prohibición de "portar, exhibir y usar fuera del domicilio, del lugar de trabajo, en su caso, o de las correspondientes actividades deportivas, cualquiera clase de armas de fuego cortas y armas blancas, especialmente aquellas que tengan hoja puntiaguda". Así, fueron 371 los expedientes sancionadores, la mayoría por la posesión de navajas. Fuentes de la Subdelegación matizan que muchos de ellos estarían vinculados al consumo o tráfico de estupefacientes.

Otra de las denuncias más comunes -tramitadas también por efectivos de la Guardia Civil- es la exhibición de armas totalmente prohibidas. Es el caso de las navajas automáticas, los nunchacos ( un arma tradicional asiática formada por dos palos cortos unidos en sus extremos por una cadena), llaves de pugilato, tradicionalmente conocidas como puños americanos o incluso navajas de más de 11 centímetros. La multa por la posesión en lugares públicos de alguna de estas armas se establece entre los 600 y 700 euros.

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Concretamente, la madrugada del pasado 21 de mayo, un varón de 61 años vecino de la ciudad que incurrió en varios delitos contra la seguridad vial, fue denunciado a la Subdelegación provincial por llevar el vehículo un machete de casi 50 centímetros de hoja. Tampoco son legales el uso de defensas eléctricas, de goma, las tonfas (similares a los bastones policiales) o incluso los sprays de defensa personal no autorizados.

Otras de las sanciones impuestas versan no tanto sobre el tipo del arma sino sobre el uso que se le da. Es el caso de los expedientes abiertos por portar o exhibir estas armas de modo negligente o temerario o sin adoptar las medidas de seguridad necesarias para no causar peligro como por ejemplo emplearlas mientras se lleva puesto cascos o auriculares o incluso encontrarse bajo los efectos de alcohol o drogas. En este último caso fueron dos las personas denunciadas el año pasado.

La ley de protección de la seguridad ciudadana y el Real Decreto por el que se aprueba el Reglamento de Armas también contemplan las sanciones a condenados por delitos contra las personas que emplean armas a pesar de estar impedidos para ello. En los últimos dos años fueron un total de 18 personas las que incurrieron en estos ilícitos.

A estas cifras también hay que sumarles las denuncias por carecer de las respectivas licencias para el porte o uso de armas de caza, deportivas o de fuego. En este caso, son decomisadas y entregadas a su dueño una vez presenten el correspondiente permiso.