Un avalancha de pleitos difícil de digerir. Un total de 4.175 demandas de cláusulas suelo se amontonan a la espera de respuesta en los dos juzgados especializados de Vigo. Ninguno de estos casos tiene sentencia y de hecho la mayoría están todavía a la espera de juicio. El aluvión de asuntos de suelo hipotecario provoca que haya litigios atascados desde hace un año. Y es que desde el 1 de junio de 2017, cuando arrancó el plan para dar respuesta a estas causas, las salas viguesas designadas para tramitar esta materia asumieron la friolera de 5.100 procedimientos al tener competencia para toda la provincia de Pontevedra. Para hacerse una idea de lo que representa esta abultada cifra, es la carga de trabajo máxima aconsejada para un tribunal ordinario civil para un período de casi seis años. Con este escenario, los jueces, por el momento, sólo han podido dar salida a algo menos del 20% de los expedientes recibidos: se resolvieron 930 demandas. El resto, más del 80%, siguen a la espera de dictamen. Y aunque a estas alturas los pleitos de suelo hipotecario ya tocaron techo y el aluvión inicial ha dado paso a un "goteo", lo cierto es que continúan entrando asuntos nuevos.

El 1 de junio de 2017, en el marco del plan puesto en marcha por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en toda España, empezaba a funcionar un juzgado en el edificio del Casco Vello para resolver los casos de suelo hipotecario y otros pleitos bancarios. No solo los de Vigo, sino todos los de la provincia. La sala registró 3.000 causas entre esa fecha y el 31 de diciembre del mismo año. Semejante cantidad de litigios obligó a adoptar medidas, así que se decidió que este tribunal dejase de recibir nuevas demandas y se dedicase a sentenciar todas las que había acumulado.

A día de hoy, dos juezas se dedican en exclusiva a este juzgado, celebrando audiencias previas y juicios cuatro días a la semana, con la agenda de señalamientos completa hasta junio de 2019 y con numerosos casos que todavía esperan fecha de vista oral. "Aún se están celebrando audiencias previas de asuntos presentado en los últimos meses de 2017", explica un abogado especializado en la materia. Es decir, que a esos asuntos aún habrá que ponerle después fecha de juicio, lo que sitúa en un año el retraso que llevan soportando muchos afectados para recuperar el dinero que los bancos le cobraron de más por la aplicación de la cláusula suelo.

Con el tribunal del Casco Vello a pleno rendimiento, a la sala designada para resolver los casos que entran desde el 1 de enero de este 2018, el Juzgado de Primera Instancia 14 de Vigo, tampoco le falta trabajo. Ya supera las 2.100 demandas bancarias. Son las que contabilizó desde que arrancó el año y hasta este 30 de septiembre. Y en este caso concreto, al elevado número de pleitos se unió el contratiempo de que la sala estuvo paralizada los tres meses que duró la huelga de funcionarios judiciales, lo que impidió tramitar asuntos durante ese período. El magistrado celebra juicios un mínimo de dos días a la semana e, igual que en el otro tribunal, ya tienen juicios fijados hasta el verano del próximo 2019.

Así que, a modo de resumen, los dos juzgados han sumado 5.100 casos en un período de tiempo muy corto para tan elevada cifra: 16 meses. Como consecuencia de ello, a día de hoy los jueces -dos en el juzgado del Casco Vello y uno más en el de Primera Instancia 14- sólo han podido resolver 930 asuntos. O dicho de otra manera, el 18% de todo lo registrado hasta la fecha. La mayoría de pleitos acabaron con sentencia -hasta el 30 de junio iban 560 que dieron la razón a los afectados en el 97% de los casos-, pero también de otras formas, como por decreto cuando se produce desistimiento. Esto significa que todavía quedan miles de procedimientos pendientes de resolución: el número ascendía a 4.175 a 30 de septiembre, que fue cuando se cerró la última estadística trimestral. Una cifra que supone el 82% del total.

Un plan cuestionado

Con este panorama, no son pocas las voces críticas en la judicatura que consideran que a estas alturas el plan del Poder Judicial basado en juzgados especializados debería dar paso a que estos casos se vuelvan a repartir entre los tribunales de Primera Instancia de cada localidad. Sin embargo, en una reunión celebrada esta misma semana entre CGPJ, Ministerio de Justicia y comunidades autónomas se decidió que, por el momento, el plan se mantenga al estimar que la "especialización" es el sistema adecuado para dar salida a estos asuntos.

En ese encuentro se acordó elaborar un estudio exhaustivo en aquellas zonas que presentan una menor tasa de resolución con el fin de adoptar medidas específicas y buscar soluciones concretas en cada caso. En Vigo el juez decano solicitó hace meses un tercer juzgado para resolver estos litigios, pero todavía no hubo respuesta a esta demanda. Según las estadísticas oficiales publicadas, los juzgados olívicos de suelo hipotecario ocupan el puesto número 20 con más de casos pendientes en el total de 50 provincias españolas -y está a la cabeza en Galicia-. Las cinco ciudades en las que existe un mayor atasco son, por este orden, Barcelona, Madrid, Sevilla, Málaga y Alicante.

Tras las recientes jornadas nacionales de juezas y jueces decanos de España celebradas en Melilla -a la que fue el decano vigués Germán Serrano que es secretario de esta comisión nacional-, una de las conclusiones fue llamar la atención sobre la "precariedad" y la "carga insoportable" de pleitos que soportan los juzgados de cláusulas suelo. Dado que se prevé mantener el plan, la demanda de los magistrados es que se designe un juez de refuerzo más por cada 800 nuevos asuntos que se vayan acumulando en estas salas.