Una semana después del operativo de la Guardia Civil que desarticuló la banda latina asentada en Vigo "Los Betas", dos de sus presuntos cabecillas se sentaron en el banquillo por un caso que ya estaba judicializado de forma previa al dispositivo policial. Se trata de José Albany R.T. y Anderlín Ariel E.V., dominicanos de 21 años, que se enfrentan a 3 años de cárcel por la supuesta autoría de un delito de robo con violencia e intimidación. La fiscal les acusa de actuar conjuntamente con un menor para robar un teléfono móvil a un adolescente cerca de un centro comercial de Gran Vía. Los encausados se declararon inocentes: uno dijo que no estaba allí y el otro que no intervino y se mantuvo a lo "lejos" ya que no quería tener "más movidas y problemas" judiciales. La víctima, de 17 años, los identificó sin embargo como dos de los tres chicos que lo abordaron en la calle. "Son ellos", declaró.

Los acusados ingresaron en prisión provisional este 11 de octubre en el marco de la causa principal derivada del despliegue de la semana pasada. Ese caso con una quincena de investigados se sigue por delito de integración en grupo criminal. Pero la Guardia Civil atribuye a esta banda más de cien delitos, entre hurtos, robos, lesiones o daños, por episodios ocurridos desde 2017. El hecho que fue ayer a juicio en el Juzgado Penal 2 de Vigo ocurrió poco antes de las nueve de la noche del 22 de julio de ese año. Un menor que había estado esa tarde en el centro comercial fue abordado cuando iba solo por la calle Pastora. "Vi que me seguían tres personas. Uno se puso por delante, otro por detrás y el tercero al lado de una pared, mirando. Me rebuscaron en los bolsillos. Cogieron la cartera y el teléfono móvil. En la cartera no llevaba nada y me la devolvieron. Me dijeron que estuviera callado", relató la víctima protegido por un biombo.

El menor, que los identificó en la sala, contó que no los conocía previamente, pero que a raíz de lo sucedido se dio cuenta de que los había visto aquella tarde en el centro comercial con un amigo común: "A raíz de esto pregunté quiénes eran y los conocía mucha gente; me dijeron que eran "estos" y que no me extrañase de que me hubiesen robado".

Los acusados negaron el robo. José Albany dijo que no estaba allí ya que tras salir de trabajar, en un taller de neumáticos, se fue para la zona de Fátima. A preguntas de su abogado indicó que es consumidor de drogas. Anderlín sí admitió que iba con el menor implicado en este robo, pero se desvinculó de la sustracción. Culpó a ese adolescente y a otro joven "que le llaman por la calle chuki" -este apodo coincide con el nombre de otra banda desarticulada en 2016-. "Yo me mantuve a lo lejos, no quería saber nada de eso", concretó, declarándose también consumidor de cocaína y marihuana. Aunque en Instrucción citó a Albany, ayer dijo que su colega no estaba allí.

Los dos policías locales que fueron al lugar describieron que el menor víctima del robo estaba "nervioso". "Temía por lo que le podía pasar porque le habían advertido de que no llamase a la Policía", contaron.

Las defensas, mientras, piden la libre absolución o una condena menor. Y alegan que el valor económico del móvil es mínimo -159 euros- ya que tenía la pantalla rota.