El gobierno local lo tiene claro y no dará marcha atrás. "Vigo no va a pagar los viajes de fuera de la ciudad mientras yo sea alcalde", reiteró ayer Abel Caballero rechazando como ya hizo en su día el sistema de financiación del transporte metropolitano tal y como lo interpreta la Xunta de Galicia, con transbordos ilimitados y gratuitos para los usuarios de la tarjeta autonómica. Este fue el núcleo de las discrepancias que en su día llevaron a Vigo a no integrarse en el sistema de descuentos de la Consellería de Infraestructuras y al Ejecutivo gallego a judicializar el futuro del Área Metropolitana. Y la cuestión de fondo, al margen de lo que dicte la sentencia del contencioso-administrativo, sigue en el mismo punto. "La Xunta quiere que Vigo pague a todo el mundo y no lo haremos", sentenció rotundo.

El regidor vigués no asume el plan de la Xunta y criticó a su vicepresidente por "celebrar" el martes la suspensión del ente supramunicipal. Caballero recordó que en 2012 el PP ya "paralizó" el Área introduciendo una enmienda que limitaba el peso de Vigo en su junta de gobierno, y señaló que la denuncia en los tribunales en 2017 fue "el segundo intento de paralizarla". Pero es optimista. "No tengo duda de que el PP sufrirá un varapalo tan grande en las elecciones de mayo que Feijóo se volverá a asustar como en 2016 y constituiremos el Área", lamentando a continuación el papel "patético" de los populares vigueses.