"Interesante", "serio", "pionero", "significativo" y sobre todo "necesario". Así describen los directores de varios de los centros de Formación Profesional de la comarca viguesa el que sería su centro de innovación y trasferencia de conocimiento entre alumnado y empresas: su campus de FP. Esta gran área educativa e industrial impulsada por la Consellería de Educación sufrió un revés al salirse del proyecto casi por sorpresa Zona Franca, que invertiría 5,5 de los 12 millones previstos para la construcción de una gran infraestructura de 4.000 m2 que abarcaría un vivero industrial, aplicación de patentes o desarrollo de I+D+i.

Reconocen que este proyecto, único en Galicia y en España los convertiría en "referentes para cualquier empresa". "Nos situaría en el mapa de la innovación, todas las administraciones deberían remar en este sentido", explica Rubén Otero, director del CIFP Manuel Antonio, centro que colindaría con este edificio proyectado en la A-55. Por ello pide que la iniciativa "no caiga en saco roto" y aporta una visión positiva a la salida del Consorcio del proyecto. "No debería caer en saco roto una apuesta tan importante como esta, debería haber un replanteamiento de las administraciones. La educación es una apuesta de futuro y más la FP en un área tan industrial como Vigo. La marcha de Zona Franca puede ser un revulsivo para que otras administraciones puedan colaborar en el proyecto", añade Otero.

El campus busca ejercer de puente entre empresas y alumnos de Formación Profesional. Este es su punto fuerte y el más valorado por los centros. Y es que reconocen carencias y demandas insatisfechas por parte de los empresarios que este proyecto "podría solucionar". "La coordinación con los empresarios es mejorable, hay demandas que el sistema educativo no puede satisfacer en un periodo breve y este tipo de iniciativas podrían paliar la situación. Proyectaría nuestro trabajo a las empresas", admite Alfonso Silva, del CIFP Valentín Paz Andrade.

Además de compartir un espacio con las compañías, también permitiría a los propios centros "coordinarse", "trabajar a la par" y "colaborar en proyectos comunes". "Las sinergias que se puedan generar entre los diferentes centros que impartimos FP son un valor añadido a nuestro trabajo. Nosotros formamos a los alumnos para las empresas. Hay que recordar que más que un centro educativo, este campus pretendía ser un centro de emprendimiento" , explica Luis Vilán, director del IES de Teis.

Precisamente el desarrollo de patentes y la puesta en marcha de un vivero industrial desataron el aplauso de la comunidad educativa. "A nivel técnico se iban a desarrollar patentes de todos los proyectos de innovación en los que trabajamos a diario. En la Universidad ya están asentados pero para nosotros son un campo a explorar", admite Otero. "Para nuestro centro iba a ser muy interesante sobre todo por el vivero industrial. Tenemos uno propio, pero para los ciclos formativos relacionadas con este sector no es tan fácil iniciar una empresa, necesitan maquinaria y una infraestructura más compleja que no tenemos y que este campus sí nos aportaría", matiza Silva.

Además de centros de Vigo, otros institutos de fuera de la ciudad que imparten ciclos de Formación como es el IES Escola Proval, de Nigrán también aplaudían la iniciativa. "Cuando se planteó este proyecto nos pareció una idea muy buena, tanto en las reuniones de claustro nos pareció una gran iniciativa, espero que no quede en el aire", sostiene su director, Daniel Mulete.