Clara Cerviño es una viguesa graduada en biología que puede asegurar que vive de la ilustración científica, una profesión muy diferente para la que inicialmente se formó. Este tipo de dibujos, todos hechos magistralmente con acuarela, los combina con la elaboración de ilustraciones de lugares emblemáticos de Vigo o una recopilación de distintos faros de las Rías Baixas. Todo aquel que quiera disfrutar de su arte puede hacerlo, ya que algunos locales de la ciudad venden sus creaciones.

La intención de Cerviño, que se marchó a Barcelona (donde vive actualmente) a hacer un máster de oceanografía, era ganarse la vida como bióloga, pero todo cambió cuando fue a Portugal hace seis años a hacer unas prácticas, ya que allí participó en un curso anual de ilustración científica, que le abrió los ojos y le llevó a tomar un nuevo camino profesional.

"En el curso encontré por fin mi sitio, y dibujaba animales pero sin perder el contacto con la biología. No conseguí becas para el máster y el doctorado que quería hacer y vi que en la ilustración se me abrían más puertas", recuerda. Como la propia Cerviño resume, esta disciplina "sirve de puente entre el mundo de la ciencia y el público en general ya que una imagen es mucho más sencilla de comprender que un texto".

"Este tipo de ilustración es importante porque se necesita para transmitir muchas cosas que no se pueden fotografiar, como dinosaurios o procesos celulares", afirma. Entre sus principales creaciones, destacan las reproducciones en acuarela que hizo de los caballitos de mar que el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) localizó en el entorno de las Islas Cíes, una flor endémica única descubierta en un parque natural de Barcelona o diferentes reproducciones de la apariencia de distintos bosques gallegos, una tarea en la que está inmersa ahora mismo. "En ilustración científica el trabajo es muy minucioso porque antes de dibujar hay que documentarse, y es una tarea que puede llevar por los menos tres días. No se trata de copiar fotografías, sino de crear el ideal de una especie que sea representativo de todos los individuos, y para tener todos los detalles miro imágenes, vídeos o guías, que son muy útiles", detalla.

En cuanto a su faceta de ilustradora de paisajes y lugares (gracias a la que ha creado una original serie de dibujos sobre Vigo, faros gallegos e incluso festividades locales), destaca que surgió por necesidad cuando llegó a Barcelona, ya que quería conseguir un dinero extra para poder mantenerse en la ciudad. "Conseguí que algunas tiendas vendieran mis dibujos en los que plasmaba diferentes lugares de la ciudad y pensé que era una buena idea coger mis pinceles y retratar Vigo sobre el papel porque conozco mucho mejor el entorno", asegura. Cerviño está lejos de Galicia, por lo que muchas de sus creaciones reconoce que las elaboró de memoria y ayudándose para los detalles de imágenes de Internet. El Sireno, el monumento a los caballos, las anclas de O Castro, la Plaza de la Constitución, la Colegiata, el Museo García Barbón, las islas Cíes o el puente de Rande son algunos de los símbolos de la ciudad olívica que inmortalizó con sus pinceles, además de uno de los faros de Cíes y el faro de Cabo Home.

"Con 12 faros de las Rías Baixas elaboré un calendario y añadí a cada dibujo las coordenadas y el tipo de luz que emiten. Me gusta que las ilustraciones tengan algo más, datos interesantes". apunta. Entre sus proyectos futuros, que estarán a la venta en una céntrica tienda en Carral, destaca otro calendario de ilustraciones con monumentos gallegos acompañados de un texto en el que se cuenta la razón de su importancia. Sin duda, esta viguesa aprovecha al máximo la oportunidad que le ofrecen los pinceles y que no consiguió en los laboratorios.