Más de 2.000 dientes a lo largo de su vida tenía el megalodón, el tiburón más grande que ha existido en la Tierra y que se extinguió hace 2,6 millones de años. Gracias precisamente a la conservación de estas piezas, se construyó una réplica de la mandíbula de este animal a tamaño real que es la estrella de la XXI edición de Minervigo, el Salón de Minerales, Fósiles, Gemas y Conchas de la ciudad, que empezó ayer. La muestra, ubicada en la Estación Marítima, se alargará hasta el domingo y cuenta con más de 15.000 piezas y 21 expositores de España, Portugal, Brasil, Marruecos, Lituania o India.

A primera hora y durante toda la mañana, las miradas de decenas de visitantes se centraron en la réplica del megalodón, elaborada por José Vicente Casado, uno de los expertos que participa en el evento. "Hice la mandíbula partiendo de dientes originales utilizando resina de poliéster y poliuretano. Es una maqueta científica y exacta de cómo era la boca original, en la que cabía una persona de pie dentro", comentó Casado, a lo que añadió que este tiburón estuvo en el planeta hace aproximadamente 20 millones de años. El cántabro, a parte de hacer también réplicas de dinosaurios para diferentes museos, se define como un "cazameteoritos" y prueba de ello era su puesto, donde tenía expuestos fragmentos de la Luna y de Marte, que cayeron a la Tierra tras el impacto de meteoritos. "Son piedras difíciles de encontrar, solo las vemos en los desiertos. Los meteoritos tienen unos cristales que solo se pueden formar en el espacio, no hay ninguna roca en la Tierra que se les pueda comparar", aseguró mientras mostraba algunos de los colgantes de meteorito que tenía a la venta.

A pocos metros estaba el puesto de India, donde destacaban sobre todo las joyas talladas conseguidas mediante la extracción de los minerales de la naturaleza a los que se les retira el berilo, según los responsables del expositor, donde se vendían pulseras, collares, anillos o pendientes de perlas cultivadas de río, turmalina, cianita, amatista, piedra sol o cuarzo entre otras variedades. Los precios están adaptados para todos los bolsillos, ya que van desde uno hasta cientos y miles de euros. "Estos minerales que se utilizan para la bisutería por ejemplo, se encuentran en los burbujas de gas de las rocas magmáticas", apuntó uno de los comisarios de la exposición.

Entre piezas de azurita, rubí, aguamarina, esmeralda, fluorita, calcopirita o jasper estaba la responsable de un puesto de Cartagena que participa desde hace más de 20 años en el evento. "Tenemos tanzanitas azules, solo las hay en Tanzania y están de moda sus joyas. Otra de nuestras grandes estrellas es el jaspe (roca sedimentaria) oceánico", dijo.

Minervigo espera centenares de visitantes hasta el domingo, entre los que habitualmente se encuentran numerosos coleccionistas. Además, la entrada es gratuita y cada día se sorteará una pieza de colección entre los asistentes.