Todavía se desconocen los mecanismos, pero sí se sabe que el inusual sistema de herencia de ADN mitocondrial en el mejillón, que también se descubrió posteriormente en otros bivalvos, está asociado con la determinación del sexo.

Ángel Pérez Diz tiene un estudio pendiente de publicación en el que constata la creencia popular de que los mejillones colorados, los preferidos por los consumidores, son mayoritariamente hembras, mientras que el 90-95% de los pálidos son machos. De ahí, que haya solicitado un proyecto en la última convocatoria Retos del Plan Nacional de I+D para avanzar en el desarrollo de líneas de producción exclusiva de hembras anaranjadas. "Ya se han interesado empresas gallegas por el estudio y también de Estados Unidos o Canadá", revela.