Una de las líneas de negocio que mejor evolución estaba logrando en el Náutico hasta agosto eran los tránsitos, las estancias temporales de embarcaciones en su puerto deportivo. En 2017 el club logró incrementarlos en un 24,5% y su objetivo para 2018 era afianzar esa tendencia y pasar de las 391 embarcaciones con las que se cerró el año pasado a 400. Esa deriva sin embargo -explican desde la directiva del club- se cortó en agosto, cuando el precinto judicial ocasionado por el accidente de O Marisquiño bloqueó buena parte de los accesos a sus pantalanes.

El club asegura que esa situación disuadió a posibles usuarios. Para no perder demanda se vio obligado incluso a abaratar sus tarifas y prestar un servicio especial con zódiacs a los dueños de barcos. El resultado -insiste la sociedad- fue un perjuicio que solo en agosto rondó los 10.000 euros.