La incomparecencia del acusado y de la víctima no impidió celebrar ayer en Vigo un juicio por una presunta agresión de un hombre a su expareja. Tampoco estaba la testigo principal, cuya declaración en la fase de instrucción se leyó en la sala. Comparecieron la médico que vio a la mujer y un guardia civil. La fiscal pide un año de cárcel.