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GKN 'pesca' en la reorganización del grupo con un nuevo producto

La planta de Vigo asume la fabricación de un tipo de junta que solo se monta en Italia tras los cambios impuestos por Melrose

Personal de la planta de Vigo de la multinacional británica GKN Driveline. // Marta G. Brea

Los cambios organizativos en el seno de la multinacional británica GKN Driveline, propiedad ahora del fondo de inversión Melrose, han beneficiado -de momento- a la factoría de Vigo, que este mes ha iniciado la producción de un nuevo tipo de junta (DO) que hasta ahora solo se fabricaba en Italia y que, de consolidarse, permitiría compensar la caída de actividad de los últimos años, en los que el centro de Balaídos ha visto reducida su plantilla en más de cien personas, según ha podido saber FARO. Esta deslocalización de producción de Brunico (en el norte de Italia) a Vigo ha sido posible gracias a la mejora de productividad, calidad y costes del centro gallego, al frente de la cual está desde este verano Chelo Domínguez, que se ha marcado como reto que Vigo continúe siendo "una de las plantas mejor valoradas en Europa".

GKN Driveline se ha dividido en dos divisiones diferentes: una tradicional, centrada en componentes para vehículos con motor de combustión (diésel o gasolina), GKN Driveline, y otra especializada en los eléctricos e híbridos, GKN e-Powertrain. Este reparto ha motivado que juntas y transmisiones que antes se hacían en unas plantas se deriven a otras, y en esta reorganización Vigo se ha hecho con la junta DO que solía fabricarse en Brunico. De hecho, estos componentes solo se van a producir a partir de ahora en Balaídos y Florencia. Las primeras unidades empezarán a montarse este octubre y la idea es que el próximo año arranque su fabricación en serie. También se está trabajando para optar a la transferencia a GKN Vigo de las células DO disponibles en Brunico.

Con estas nuevas juntas DO, el mayor proveedor de automoción de Vigo aspira a reforzar su actividad, que en los últimos se ha resentido pese a la profunda transformación sufrida por la planta para adaptarla a los retos de la industria 4.0 (se ha digitalizado toda la factoría, se han introducido AGV, robots colaborativos, etc.). Su directora, Chelo Domínguez, que ha sustituido en el cargo a Juan Lloves, ha reconocido en su primera comunicación a la plantilla que el futuro inmediato "nos exigirá un empeño importante para continuar incorporándonos a los desafíos de la Industria 4.0 y a la fabricación de productos nuevos para nosotros [junta DO], que nos abrirán oportunidades de negocio convirtiéndonos en la alternativa, junto con la planta de Florencia, para fabricar estas juntas en Europa".

Pese a las incertidumbres que puedan acechar al futuro de GKN-Vigo, entre ellas, la captación de nueva carga de trabajo o el impacto de la electrificación del sector del automóvil, Domínguez confía en que continúe siendo "una de las plantas mejor valoradas en Europa" y mantenga "su carácter competitivo".

Chelo Domínguez - Directora de la planta

"Asumo el cargo con el deseo de que Vigo continúe siendo una de las plantas mejor valoradas en Europa"

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