El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique López Veiga, y el rector Manuel Reigosa mantuvieron ayer su primera reunión de trabajo para analizar el estado de los proyectos y acciones que forman parte de la estrategia Blue Growth, que ha convertido a Vigo en un ejemplo de la política de Crecimiento Azul promovida por la Comisión Europea.
Al encuentro también asistieron el jefe del Departamento de Sostenibilidad del Puerto, Carlos Botana, la vicerrectora de Investigación, Belén Rubio, y el director del Centro de Investigación Marina (CIM) y del Campus del Mar.
Ambas instituciones consideran imprescindible redoblar los esfuerzos de colaboración en la consolidad de Vigo como "Puerto Verde", así como en los ámbitos de la historia y cultura portuaria y marítima.
López Veiga expuso al equipo de gobierno de la Universidad el proyecto "Peirao do Solpor", dentro del que se recrearán ecosistemas naturales aprovechando las estructuras existentes para la implantación de algas y, con ellas, de otras especies. Se utilizará la experiencia de las bateas para utilizar estructuras verticales.
Tal y como adelantó FARO, este observatorio de vida marina se instalará en la escollera de Bouzas y su diseño definitivo dependerá de las pruebas piloto previstas en aguas urbanas como las de Portocultura.
El presidente de la Autoridad Portuaria explicó a los responsables universitarios que el objetivo de esta iniciativa es hacer partícipe a toda la ciudadanía, pro lo que estas experiencias previas en zonas fácilmente visitables servirán para comprobar el interés que genera, además del funcionamiento de los ecosistemas, los tiempos de renovación o la recuperación y el ciclo de vida.
El Puerto apuesta así por la restauración ambiental y el desarrollo sostenible de sus instalaciones e infraestructuras de acuerdo con la agenda Blue Growth de la Comisión Europea y los grupos de trabajo jurídicos creados en Vigo, que contaron con la participación activa del Campus del Mar, además de otras entidades coo el Cetmar, el Centro Oceanográfico (IEO), el CSIC y la propia comunidad universitaria.
