Tres meses después de concluir la obra de ampliación del silo de vehículos de Bouzas, su inauguración sigue en el aire. El retraso tiene su origen en la delicada situación económica que atraviesa Uncisa Construcciones e Infraestructuras S.A., adjudicataria de la actuación por 2,1 millones de euros y un plazo de ejecución de cinco meses. Solo falta un trámite administrativo vinculado a los sistemas de extinción de incendios para que Puertos del Estado recepcione la obra y la Autoridad Portuaria de Vigo pueda abrir el espacio que aumenta en 600 plazas la capacidad del estacionamiento. Sin embargo, cuando todo apuntaba a que los problemas quedarían resueltos en cuestión de días se ha vuelto a complicar con la entrada en preconcurso de acreedores de la compañía coruñesa.
La ampliación del estacionamiento vertical de vehículos de Bouzas consistió en añadir un tablero de 10.000 m2 equivalente a media entreplanta aprovechando la holgada altura entre el suelo y el primer nivel. De esta manera, la capacidad de la infraestructura metálica, situada en 3.300 plazas entre las tres plantas, pasaría a rondar las 4.000, sin contar las 1.200 disponibles en la superficie sobre la que se construyó.
Desde el Puerto confirmaron a este periódico que los trabajos concluyeron el pasado julio. En torno a este mes, la terminal Ro-Ro vivió episodios de fuerte congestión derivados del lanzamiento de la nueva generación de furgonetas K9. Jornadas en las que los operadores buscaban asfixiados el mínimo rincón en una campa que para colmo por esas estas fechas registraba una ocupación todavía superior a la habitual ante la acumulación de tandas de coches bloqueadas por PSA tras detectar fallos técnicos.Tan justo era el espacio que las empresas responsables de mover estas unidades hasta se alegraron cuando la factoría interrumpió varias líneas de producción.
Casi cundía el pánico por el llenazo en la terminal Ro-Ro y mientras tanto la nueva entreplanta permanecía vallada sin poder usarse, como tampoco el espacio contiguo en la planta baja. A partir de este momento, entre los operadores se dispararon las sospechas de que algún contratiempo serio había surgido con la obra. Y no iban desencaminados porque tampoco a la Autoridad Portuaria le encajaban del todo las explicaciones que ofrecía la compañía, de la que ya recelaba por lo que tardó en arrancar una actuación -en febrero- a los cinco meses de firmar el contrato de adjudicación, demora que en ese momento, a preguntas de este periódico, fuentes de la firma justificaron en "motivos de acopio de material".
Para Praza da Estrela ahora "solo hay una cuestión administrativa" que impide estrenar la ampliación. Reiteran que el proyecto está ejecutado "pero falta la recepción oficial" que al tratarse de una obra de presupuesto elevado corresponde aprobar a Puertos del Estado. Según la institución viguesa, el organismo estatal debería enviar un técnico a Bouzas para validar el proyecto pero si no lo ha hecho hasta ahora "es por la particular situación de la adjudicataria". Al parecer, con la entrada en preconcurso de acreedores, Uncisa tiene problemas con la empresa a la que contrató el sistema contra incendios del silo, no relacionados con los equipos que instaló, sino con "certificaciones".
Preguntado al respecto, el presidente del Puerto, Enrique López Veiga, se limitó a expresar su confianza en que todo se resuelva para abrir las 600 plazas "en un mes".
