Urbanismo autoriza la inmediata ejecución de las obras de reforma del pazo del Marqués de Valladares, una de las piezas centrales de la rehabilitación del Casco Vello de Vigo con la que se espera dinamizar uno de los extremos del barrio completando la manzana ahora en ruinas entre las calles Oliva, Laxe y Xuanelo, en las proximidades de Carral. La promotora Getting Back Stones (GBS) solicitó licencia de obra en el mes de abril de 2017 y tras lograr informe favorable de la comisión de seguimiento del Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) y del arquitecto municipal antes de verano podrá llevar adelante su proyecto para transformar el histórico inmueble en un centro de ocio y hostelería. El presupuesto de ejecución material asciende a 1.591.512 euros y la superficie total a construir se sitúa finalmente en 4.117 metros cuadrados. Así consta en el informe de la Gerencia que será aprobado esta semana y que da luz verde al inicio de los trabajos, ya adjudicados.

La rehabilitación del inmueble situado en los números 2 y 4 de la calle Oliva del que actualmente solo se conservan los muros se transformará en un centro de uso sociocultural y recreativo con dos plantas destinadas a aparcamiento en los sótanos con unas 40 plazas. En su parte más alta tendrá seis alturas e irá descendiendo de forma escalonada hasta el jardín de unos 200 m2. Este espacio junto a la zona de la planta baja dedicada al ocio y la hostelería se plantea como una zona abierta, una de las grandes novedades del proyecto ya que fue un ámbito reservado durante años a la nobleza y la burguesía local.

El pazo del Marqués de Valladares es uno de los edificios más emblemáticos del casco antiguo de Vigo y se encuentra abandonado desde finales del siglo pasado. El proyecto inicial de 2012 planteaba la construcción de viviendas, pero los promotores han optado por centrarse en el uso hostelero para potenciar su uso y disfrute ciudadano. Según pudo saber FARO, los trabajos ya están adjudicados y la firma tiene ahora seis meses para ponerlos en marcha con un plazo de ejecución de 18 a 24 meses.

Esta actuación permitirá recuperar una importante manzana en muy mal estado desde hace años y devolver todo su esplendor al inmueble en el que hace 150 años se eligió a José Elduayen diputado en las Cortes Generales. Su historia es de lo más peculiar y durante las catas autorizadas en 2011, con la propiedad en manos de otra empresa, aparecieron más de una docena de tumbas romanas y una sepultura medieval que pertenecería al cementerio aledaño de la antecesora de la actual Colegiata que fueron trasladados hace un año a la sala de arqueología del Museo Quiñones de León.

Los arquitectos Martín Cominges y José Javier Villacé firman el proyecto de ejecución de la reforma que desarrolla el proyecto básico al que se otorgó licencia ya en julio de 2017 y que contempla la redistribución interior del núcleo general para mejorar la accesibilidad y circulaciones, la integración de la escalera principal y la fusión de los dos sectores socioculturales y recreativos inicialmente planteados. El diseño también prevé la reordenación de la fachada norte hacia la calle Xuanelo para lograr mayor integración con el muro perimetral y el entorno y se modifica el acabado exterior de la característica chimenea del pazo que pasa a ser de zinc.

El grado de catalogación del inmueble es ambiental y las plantas destinadas a garaje tendrán alrededor de 700 m2 cada una para dar servicio y comodidades a los usuarios de la zona hostelera a la que se destinaban inicialmente unos 900 m2. Cuando se planteó hace algo más de un año los promotores situaban como principal objetivo "abrir el antiguo pazo a la ciudad", de ahí la idea de reformular el planteamiento original para hacerlo permeable al uso ciudadano y dar acceso a sus jardines. El proyecto de reforma sumado al de adquisición del pazo y el solar adyacente elevan la inversión de GBS a más de seis millones de euros.