5.000 euros y una sortija de oro con esmeraldas y diamantes. Es el botín con el que supuestamente se hizo una mujer, V.B.B., el primer y único día que fue a la vivienda de una octogenaria de Vigo tras ser contratada para cuidarla. La acusada negó el hurto, tratando de causar dudas al alegar que aquel día aún estaba la anterior empleada. Hoy con mechas y pelo rizado, en 2015, supuestamente, tenía el cabello oscuro, tal y como se recoge en su DNI, así como en unos fotogramas aportados en la causa en los que ella no se reconoce.

La fiscal pide 18 meses de prisión y la defensa, la absolución. La víctima la culpó del robo. "Vino un día, me robó y se marchó", dijo, ahondando en que la acompañó al banco cuando fue a retirar el dinero después sustraído. La acusada se fue apresurada del piso, dejando sola a la señora, antes de que llegase su sobrina.