La comunidad portuaria viguesa analiza incrédula el salvavidas que el Partido Popular acaba de lanzar en el Congreso al puerto exterior de A Coruña en Punta Langosteira. Por medio de una alianza con una formación como Podemos (grupo al que pertenece En Marea) en sus antípodas ideológicas y Foro Asturiano, los populares exigieron el Gobierno que de igual manera que perdonará al puerto de Valencia 350 millones de deuda, condonase los más de 300 que acumula la mastodóntica terminal herculina. De paso, aunque sin siquiera citarlos, reclamó compensar a la otras cuatro terminales gallegas de titularidad estatal -Vigo, Marín, Vilagarcía y Ferrol- con "infraestructuras de interés general necesarias para su operatividad y conectividad". Una referencia tan nimia -apenas nueve líneas ocupaban en el escrito- que dejó al descubierto la prioridad de la iniciativa política: asegurar la viabilidad de la desmesurada obra del Norte.
Obra ejecutada contra viento y marea cuyos responsables se ven incapaces de sacar del profundo agujero económico con lo recaudado de sus paupérrimos tráficos. Pero también en la proposición no de ley, por si fuera poco con el indulto de esos 300 millones, se incluyó la fórmula para incentivar el tráfico marítimo en ese puerto exterior al instar al Ejecutivo central a "impulsar y financiar la ejecución de la conexión ferroviaria" estimada en unos 140 millones. Y para forzar este compromiso con el tren para la megaterminal coruñesa, se exige que una primera partida figure ya en los presupuestos de 2019.
Todo para A Coruña, casi nada para el resto. O eso es lo que parece con una exposición tan superficial y conjunta de las compensaciones que PP y Podemos solicitan para los otros puertos de titularidad estatal. Da la impresión de que Vigo -segunda terminal por volumen de mercancías en Galicia, primera en carga general- tuviera resueltas todas sus carencias. O que las mejoras planteadas de forma insistente por los operadores vigueses fueran una ocurrencia sin más cuando varias llevan pendiente años, décadas incluso. Infraestructuras que por su envergadura resultan imposibles de abordar y que de continuar postergándose pondría al puerto de Vigo en una situación de franca desventaja.
"Estar sin invertir es la muerte. Un desfase en las obras a realizar puede desencadenar un gran problema de competitividad, y que los tráficos acaben perdiéndose", alertan desde Praza da Estela. Sin embargo, urge más salvar a Langosteira que impulsar las infraestructuras que se necesitan en Vigo. Así de decepcionante es la recompensa que obtiene una Autoridad Portuaria saneada económicamente -solo adeuda un préstamo de 9 millones que solicitó para poder invertir- y que en estos dos últimos años ha dado un vuelco a sus arcas al pasar de los números rojos a sumar hasta agosto más de un millón de beneficios.
A continuación se detallan las principales demandas históricas y otras obras clave para que los muelles vigueses y las empresas asentadas en este recinto puedan ver su futuro con optimismo. Incluidas en el Plan Estratégico que expondrá el presidente Enrique López Veiga en el Consejo de Administración convocado para este viernes, las prioritarias superarían con creces los 300 millones que Vigo podría reclamar como compensación al auxilio de Langosteira.
1 | Tren a Bouzas. Sobre todo ahora que interesa a PSA, el Puerto necesita solventar de una vez por todas una carencia por la que año tras año resulta penalizado en la auditoría de la patronal nacional de la industria del automóvil. La propuesta de Praza da Estrela parte de uno de los tres trazados sugeridos por la consultora GOC que conecta la terminal Ro-Ro con el Parque Tecnológico de Zona Franca en Valladares para continuar hacia el polígono de As Gándaras en Porriño. Con esta opción la ciudad ganaría la salida sur ferroviaria y el Puerto la conexión con la terminal Ro-Ro. Su coste alcanzaría los 400 millones de los cuales 95 corresponderían a la "última milla" de enlace con Bouzas. Para esta actuación, en teoría Vigo no podría optar a fondos comunitarios al carecer de la consideración de "Puerto Nodal", categoría que sí tiene el Puerto de A Coruña.
2 | Muelles en la escollera. El aprovechamiento de las escolleras como líneas de atraque forma parte del debate portuario en Vigo desde hace mucho tiempo. Pero las reuniones de los grupos de trabajo del Crecimiento Azul ( Blue Growth) iniciadas hace dos años consiguieron concretar un primer planteamiento para la terminal Ro-Ro. Con la transformación parcial de la escollera de Bouzas en un muelle, además de recibir megabuques, permitiría aumentar la superficie de estacionamiento de vehículos nuevos. Se estima que esta obra podría costar en torno a los 90 millones. Una propuesta similar para la escollera de O Berbés, no tan madura como la anterior, superaría los 40 millones
3 | Adecuación de los muelles comerciales. La última ampliación de superficie portuaria llevada a cabo sobre la dársena de Areal ya está agotada, por lo que la búsqueda de más espacio constituye ya una obsesión en Praza da Estrela. Los técnicos de esta institución creen que todavía es posible exprimir la superficie existente, bien sea optimizando la existente y hasta creando nuevas apuntando hacia la zona de Guixar. Tanto es así que para la acción que define en el plan estratégico como "adecuación de los muelles comerciales" estima unos 60 millones de inversión.
4 | Accesos a Duchess y AP-9. Los viales que conectan con el recinto portuario más céntrico y con espacios también de su jurisdicción como en Rande representan un verdadero quebradero de cabeza para los transportistas. Asumiendo las propuestas de ese colectivo, el Puerto plantea rotondas de enlace en la autopista a la altura de Teis y Chapela. También negocia con la Dirección General de Carreteras la mejora del acceso al explanada de su propiedad en Duchess, ámbito que se propone destinar al almacenamiento de contenedores vacíos. Un actuación que se propone aprovechar para unir mediante un único vial dos ámbitos portuarios separados, como la concesión de Vieira y la concesión granitera de David Fernández.
