La Audiencia viguesa decretó la busca y captura de un acusado de estafar a empresarios. El hombre simuló una situación de solvencia y firmó contratos de adquisición de bienes -como un hotel en As Neves por 2,2 millones de euros- y de acciones de una empresa, que nunca llegaron a nada, para que le prestasen dinero. Uno le dejó 10.500 euros, otro 10.000 y otro perjudicado, 28.000. Cantidades que nunca recuperaron. El juicio iba a celebrarse ayer en la Sección Quinta, pero se suspendió por estar el encausado en situación de búsqueda.

La Fiscalía le atribuye la presunta autoría de un delito de estafa continuado y pide dos años y diez meses de cárcel, así como que indemnice a las víctimas con el dinero que no devolvió. Con el que realizó los negocios para el hotel, emitió por ejemplo un cheque con cargo a una cuenta sin fondos.