Elena Muñoz tiene como máxima de aquí a mayo escuchar a los vigueses. Ese es el ejercicio que se ha autoimpuesto nada más ser proclamada candidata a la Alcaldía con el objetivo de trazar un proyecto capaz de ilusionar a la mayoría de los ciudadanos con los que no logró conectar hace cuatro años. "El PP se tomó muy en serio los resultados de 2015. Hicimos autocrítica, renovación y ahora tenemos que demostrar que el proyecto del actual gobierno es dañino y está agotado", se plantea como reto la líder popular. Su aspiración es convertirse "en motor del cambio hacia un Vigo más grande".
-Vigo es una plaza difícil para el PP en autonómicas y más en municipales. ¿Se planteó en algún momento hacerse a un lado?
-La cercanía de la política local me ha conquistado y me ha hecho crecer. No ha habido momentos de flaqueza. Es un orgullo y una responsabilidad demostrar a todos los vigueses que hay otra forma de hacer de Vigo una ciudad más grande gracias a un proyecto ilusionante. Vigo es mucho más y yo quiero ser el motor de ese cambio.
-Por ahora nada ha desvelado de su equipo. ¿Qué calendario maneja el partido para definirlo?
-En el PP hay muchas personas de gran valía pero aún no es el momento de los nombres. El principal reto es cerrar el proyecto que presentaremos a los vigueses. No quiero que sea el proyecto del PP ni el de Elena Muñoz. Quiero liderar el proyecto de los vigueses y que todos los ciudadanos lo sientan como suyo y para ello hay que volverlos a escuchar a todos.
-Llegó haciendo bandera de la renovación. ¿Habrá incorporaciones e independientes en la lista?
-Quiero un equipo fuerte en el que la ciudad se sienta reflejada y contaré con los mejores.
-¿Se marca algún objetivo para las próximas municipales?
-El resultado lo deciden los vigueses. Mi cometido ahora es llegar a todos y cada uno de ellos para convencerlos de que estamos ante un proyecto socialista agotado que ya conocemos y que no nos lleva a ninguna parte.
-¿Sería un fracaso repetir los siete concejales actuales?
-Ni me lo planteo. El PP siempre sale a ganar. Estoy convencida de que nuestro proyecto es y será el mejor para la ciudad.
-¿Cómo se le da la vuelta a un marcador tan adverso teniendo delante una mayoría absoluta?
-Ese resultado se dio en unas elecciones de 2015. Han cambiado muchísimas cosas. Hay una gran decepción en la ciudad y un convencimiento general de que ha sido una legislatura perdida sin un solo proyecto nuevo. La mayoría absoluta solo ha servido para alimentar el ego de un alcalde que se cree por encima de todos y utiliza a los vigueses en beneficio propio.
-¿Qué cambios hará para recortar distancias y seducir al electorado?
-Nos tomamos muy en serio el resultado de hace cuatro años. Hicimos autocrítica, emprendimos una renovación a nivel local, provincial y estatal y sacamos como primera conclusión la necesidad de recuperar la cercanía con la gente. Llevamos tres años y medio volcados con la calle, escuchando a los vigueses. Les digo que hay aquí un equipo nuevo que conoce sus necesidades, que tiene ganas e ideas. Hicimos los deberes y el escenario es muy diferente.
-Dice que el modelo de Caballero está agotado. ¿Cuál es el modelo de Elena Muñoz?
-Una gestión con vocación de servicio público, que convenza y no imponga. Un Vigo abierto, que apoye a las empresas, innovador, que apueste por la cultura y el turismo, que respalde a los comerciantes y en el que todos tengan voz. Y no podemos seguir perdiendo peso industrial y población.
-¿Mantiene que hay empresas que se marchan por los impuestos?
-Sin ninguna duda. En Vigo se pagan los tributos más altos de Galicia y del área metropolitana. Llevamos tres años sin Plan Xeral, sin un modelo de ciudad y sin poder decirle a las empresas dónde instalarse. Es gravísimo. Y a eso se suma que la falta de oferta de vivienda hace que tengamos los alquileres más caros de Galicia. Lo primero que hay que hacer y a lo que me comprometo es a aprobar un Plan Xeral que diseñe el Vigo del futuro. Y luego dar facilidades a las familias y apostar por la conciliación para recuperar población.
-¿Está satisfecha de su trabajo en la oposición? ¿Ha sido el PP capaz de marcar la agenda?
-Mucho. El PP ha estado en todas las cuestiones importantes, hemos exigido al gobierno municipal y también a la Xunta y a Madrid el tramo urbano de la AP-9 en Teis, la autovía Vigo-Porriño y Rande. Somos coherentes y no nos importa el partido que gobierna. Ahora me gustaría ver igual de exigente al alcalde que antes tanto pedía y ahora se viene de Madrid de vacío.
-¿Da por superada la división que generó el congreso de 2016?
-Nos hizo más fuertes. Estoy orgullosa de ese proceso. ¿Por qué no pueden convivir diferentes ideas en un partido? El pensamiento único solo provoca errores. El gobierno actual es dañino para Vigo y en el PP somos una piña para recuperar la Alcaldía.
-¿Sabe a día de hoy si Javier Guerra es militante del PP?
-Es militante y uno de los valores del partido, sin ninguna duda.
-Ciudadanos en Vigo no tiene presencia pública. ¿Teme que les de tiempo a armar un proyecto y les pueda restar apoyos?
-Cuando una formación solo aparece para las elecciones está bien claro lo que pretende. En Vigo no han estado. No se les ha visto en ningún problema ni en ninguna parroquia. Y a nivel nacional demostraron que no tienen opinión propia.
-¿Es acertada la estrategia del viernes de arrancar la campaña atacando en tromba a Caballero?
-Yo empecé hablando de Vigo y del proyecto del PP que es lo que me importa. El que vive en la confrontación permanente y se alimenta de ella es el alcalde. Ahora se atreve incluso a hablar en nombre de los vigueses como si no tuviéramos voz. Eso es una realidad. ¿Por qué no vamos a decirlo?
-Ayer abrió el parking municipal gratuito del Cunqueiro. ¿Exigirá ahora a la Xunta que liberalice el subterráneo en concesión?
-La Xunta hizo en Vigo el mayor hospital público de España y de Europa en plena crisis económica y pese al boicot del gobierno local. El Concello se ha negado a cumplir el convenio que le obliga a hacer los accesos y dotar de servicios a la infraestructura. Y recuerdo que fue el PP el que reveló que existía esa parcela municipal. Han tardado tres años en construir un parking de 350 plazas frente a las 1.500 anunciadas y sin pasarela cubierta para días de lluvia. Yo cumpliré con el plan de aparcamientos disuasorios con 3.000 plazas que recoge el Plan del 2008.
-¿Cree que el PP en la Xunta y en Madrid hicieron todo lo posible por la ciudad?
-La ampliación de Rande la materializó el PP, la autopista del mar se logró gracias al PP, se construyó la depuradora, se licitó y adjudicó la estación de Mayne, se hizo un hospital y está en construcción la ciudad de la justicia. El partido ha hecho infraestructuras muy necesarias que el PSOE prometió sin hacer nada.
-¿Dejó el PP suficientemente atada la autovía alternativa a la A-55 a través de un mecanismo extrapresupuestario?
-Absolutamente. Es una fórmula posible que se utiliza a menudo. Tenía un plan realista y lo sorprendente es que a día de hoy sepamos que así no se va a hacer, pero tampoco si hay alguna alternativa. Es una carretera imprescindible y espero que Caballero salga a reclamarla de forma vehemente. Por ahora con este Gobierno llevamos dos malas noticias. Sin avances en la alternativa en túnel a la A-55 y sin novedades en la supresión del peaje de Redondela.
-¿Fue responsable inaugurar Rande el pasado diciembre con nueve meses de obras poer delante?
-La realidad es que se inauguró quedando trabajo pendiente y quizá no fue el mejor momento de hacerlo porque se trasladó el mensaje de que las obras habían acabado. Esa es la realidad y yo desde luego no lo voy a negar. Quiero ser coherente.
-¿Coincide con Feijóo en que el alcalde abochorna a los vigueses y a los gallegos con sus acciones?
-Una imagen vale más que mil palabras y por desgracia sus declaraciones sobre las luces de Navidad dieron la vuelta a España. Se han estado riendo del alcalde de Vigo y si la ciudad es noticia nacional por un vídeo así, a mí no me gusta. No me gusta dar esa imagen. Los vigueses no somos así. No nos da la risa cuando presentamos el alumbrado en pleno verano. Hemos sido objeto de burla en toda España cuando Vigo tiene que ser titular por cosas importantes como su potente industria o su puerto y no por gracietas.
-¿Qué nota pone a la gestión de Caballero en estos últimos años y a qué nota aspira usted?
-Le pondría un claro necesita mejorar como se valoraba en EGB. Es una decepción en toda regla. Sin embargo, yo aspiro a lo máximo, a la matrícula de honor. Si estudias para un diez puedes sacar un ocho, pero si, como él, te esfuerzas para simplemente pasar, entonces suspendes. Vigo se merece el máximo esfuerzo, dedicación y apoyo y por eso le pido a los vigueses que se sumen a mi proyecto para recuperar la ilusión, la concordia, el entendimiento y un gran Vigo liderando el noroeste peninsular.
-¿Cómo plantea Elena Muñoz conseguir ese gran Vigo que compromete?
-El objetivo prioritario es aprobar un Plan Xeral para construir vivienda y atraer empresas y la otra gran pata pasa por actuar sobre la política impositiva. Hay 100 millones en caja y una incapacidad de ejecutar el presupuesto demostrada. En el PP trabajamos en una propuesta fiscal de gran calado.
-¿Es realista plantear una rebaja del 5%?
-En una situación saneada se pueden rebajar los impuestos. El dinero siempre lo gestionan mejor los ciudadanos que las administraciones.
-¿Qué opción considera más conveniente para resolver el problema del agua?
-Dejaré hablar a los técnicos. No me atrevo a decidir sin ver todos los informes. Lo que sé es que hay que resolver el problema del abastecimiento y que tenemos una potabilizadora obsoleta que provoca una mala calidad del agua cuando baja el nivel del embalse. Aquí se prorrogó el contrato a la concesionaria para que pusiera losetas y flores en lugar de obligarla a renovar las redes e infraestructuras del agua.
-¿Dependen los resultados del PP el próximo mayo del recurso del área metropolitana y la investigación de O Marisquiño?
-Todo influye, sin ninguna duda. Lo que hay que dejar claro es que el área no está paralizada por un juez, sino por un alcalde que intentó saltarse la ley para monopolizarla y se niega a cumplir el convenio del transporte metropolitano.
